¿Me da un breakecito señor? Espanglish, as a growing reality
¿Me da un breakecito
señor?
El Espanglish, como una
realidad creciente
(May I have a little break sir? Espanglish, as a growing reality)
Luis
A. Castro Gavelán
Universidad Complutense de Madrid
RESUMEN:
¿Qué es el espanglish? ¿Es un estilo?
¿Es una variable de idioma español? ¿Es un dialecto? o ¿Es otro idioma? La
mayoría de los estadounidenses han oído hablar del término
"spanglish", o han tenido la experiencia de escuchar a alguien
mezclar español e inglés en una oración.
¿Pero qué es el espanglish? La
aparición y aceptación de este fenómeno lingüístico ha generado un desacuerdo
entre lingüistas y académicos sobre cómo categorizarlo. En esta investigación,
te damos algunas luces sobre el tema.
PALABRAS CLAVE:
Espanglish,
spanglish, fenómeno
lingüístico, préstamos lingüísticos, cambio de códigos
ABSTRACT:
What
is Spanglish? Is it a style? Is it a Spanish language variable? Is it a
dialect? or is it another language? Most Americans have heard of the term
“Spanglish,” or has had the experience of hearing someone mix Spanish and
English in a sentence.
But
what is espanglish? The emergence and embrace of this linguistic phenomenon has
generated a disagreement between linguists and academics on how to categorize
it. In this investigation, we give you some lights on the theme.
KEY WORDS:
Espanglish,
spanglish, linguistic phenomenon, language loans, change
of codes
5 de Agosto del 2019 Luis
A. Castro Gavelán didacticaeleenusa.blogspot.com Págs. 1-18
El Espanglish, como una
realidad creciente
Observé
por el espejo que el jovencito había recortado mi pelo más de lo recomendado y
cuando iba a decirle algo, el sonido de su celular interrumpió esa intención.
Miró la pantalla de su teléfono portátil y pronunció solícito
.
- ¿Me da un breakecito señor?
Supuse
que ese enunciado era un típico ejemplo de espanglish
que acostumbran emitir los boricuas para comunicarse, prestando palabras del
inglés.
.
- Adelante (concedido), le dije.
Y
no me equivoqué. El barbero se retiró a un lado para contestar la llamada. Adelante,
es un vocablo que se usa en Puerto Rico como una forma de aceptar algo. Aconsejado
anticipadamente por mi portorriqueña mujer, pude comunicarme correctamente. Un
minuto después, el peluquero volvió un poco nervioso.
.
- Sorry, es mi esposa que se ha quedado afuera y la puerta se ha lakeado
(locked: bloqueado, cerrado). Afortunadamente una vecina le está dando raid (ride:
conducirla en su auto) y ya viene para acá.
.
- ¡Qué bueno!, me alegro que solucione ese inconveniente. Pero volvamos a lo
nuestro, parece como que usted me ha recortado el cabello más de lo requerido.
.
- No mister (señor), no se preocupe, usted está quedando bien kuuld (cool:
estar muy bien)
El
joven barbero me hizo sonreír, me dio gracia su estilo de usar el lenguaje y siguió
trajinando.
Breikecito no es un nuevo vocablo tomado
del idioma inglés y aceptado por la Real Academia de la Lengua, RAE. No, “break” es una palabra inglesa que
significa descanso, pausa o interrupción. Entonces “breikecito” es un término que se ha originado como producto de la
interacción del español y el inglés, de la confusión que se origina al no ser
aceptado en su real dimensión el bilingüismo en los Estados Unidos. Dicha
intolerancia a las lenguas mayoritarias que se hablan en el país norteamericano
ha dado lugar a esta mezcla o superposición que permite a los hablantes, en su
mayoría jóvenes, a tener un sentido de pertenencia de las dos culturas, a una
transculturización que para muchos investigadores de la lengua española es una
ofensa. Para otros investigadores, es una de las “corrientes por el que crece y
se expande el español”.
Luego de mantener un diálogo fluido
con el referido estilista, nos dimos cuenta que no hablaba bien el inglés y que
pretendía utilizar una lengua que aún no domina. Algo similar ocurrió con una
persona adulta salvadoreña durante unas clases de alfabetización en
Maryland. Eneida tenía un nivel básico
del inglés, pero intentó mostrar su asimilación a la
cultura del país que la está acogiendo. Ella ingresó al aula gritando
eufórica: “Profesor, ya me salió mi
grincar”. Eneida estaba anunciando el fin de su situación de indocumentada
y que ya había recibido su tarjeta de residencia, (green card).
Esta actitud o manifestación
lingüística del barbero y de la mujer centroamericana la exhiben a diario
millones de personas en los Estados Unidos, que están creando sus propias
reglas sintácticas al construir oraciones en español e insertar palabras en
inglés. Esta forma de expresarse, donde se dan cambios de códigos utilizando
las estructuras gramaticales y sintácticas del español y el inglés, ha sido
denominada espanglish.
La Real Academia de la Lengua, RAE,
en su plataforma digital, ha redefinido varias veces el concepto de espanglish.
En su edición 23 del año 2014 (gráfico #1) sostuvo que es la “modalidad del
habla de algunos grupos hispanos de los Estados Unidos, en la que se mezclan,
deformándolos, elementos léxicos y gramaticales del español y del inglés”.
Gráfico 1 |
Actualizada
en 2018 (gráfico#2), la plataforma de
recursos lingüísticos de la REA excluyó el gerundio “deformándolo” que fue
cuestionado por muchas personas. La nueva definición es mucho más cuidadosa y
coherente. “Modalidad del habla de algunos grupos hispanos de los Estados
Unidos en la que se mezclan elementos léxicos y gramaticales del español y del inglés”.
La
aparición de espanglish data desde 1848 tras el tratado de Guadalupe
Hidalgo que significó la dación de varios estados mexicanos a los Estados
Unidos. Los pobladores de Tejas, Arizona, Utah, California, Nuevo México y
Colorado, acostumbrados a comunicarse en español, fueron obligados -entre otras
cosas- a formar parte de un nuevo sistema sociopolítico y hablar una nueva
lengua. Es entonces que el inglés y el español toman contacto. Por esos días la
población hispanoparlante vivió momentos de incertidumbre, entre integrarse al
nuevo sistema y preservar su propia identidad, entre ser bilingüe o comunicarse
exclusivamente en el idioma anglosajón. Por igual, los puertorriqueños, luego
de la guerra hispano-estadounidense en 1898 se integraron a los Estados Unidos
y en 1917, al aprobar el Congreso la ley Jones, son reconocidos como ciudadanos
estadounidenses. La presencia del idioma inglés en Puerto Rico, que antes fue
una provincia española, originó controversias y dudas, similares a las vividas
por los México-americanos. El encuentro de las dos lenguas originó la aparición
del fenómeno espanglish, que supone el cambio o conmutación de códigos
durante un mismo acto de habla o un mensaje escrito. Es común también que esta
alternancia lingüística que afecta el léxico generalmente, se dé dentro en una
comunidad bilingüe.
Según
estudios recientes en Estados Unidos, alrededor de cuarenta millones de
personas, mayormente jóvenes, prefieren usar el espanglish como forma de
comunicarse y esta cantidad de usuarios se incrementa a unos 50 millones si
consideramos a los hispanos nacidos en USA, que cuando visitan a sus familiares
en América Central o del Sur, alternan el léxico de los dos idiomas. Por igual,
los hispanos que residen en Estados Unidos y que retornan a sus países de
origen hacen gala del espanglish como partícipes de un lenguaje coloquial
o hacer alarde de su adaptación al sistema norteamericano. Es como ellos mismos
refieren, para sentirse más cool. Esta apreciación es la realidad
lingüística de millones de hispanoparlantes.
El
crecimiento sostenido de los hablantes de espanglish está originando
toda suerte de sinsabores, investigaciones y comentarios dispares de las
autoridades que rigen el idioma de Cervantes y de muchos científicos respecto
al futuro del español. Las interrogantes se multiplican respecto a la
conceptualización de este fenómeno y su influencia negativa ¿Es el espanglish
una variable del español estadounidense? ¿El futuro de la lengua española en
Estados Unidos estará irremediablemente vinculado al espanglish? ¿Es el espanglish
un término desafortunado que mediatiza y condiciona la posición social del
hispano?
Moreno Fernández (2004:4) sostiene
que el espanglish es una mezcla de lengua bilingüe que cubre un amplio
espectro de manifestaciones lingüísticas que van desde el uso del español
salpicado de anglicismos, al uso del inglés salpicado de hispanismos, con
presencia creciente de préstamos, calcos, alternancias y mezclas aleatorias a
medida que nos situamos en las áreas intermedias de ese continuo bilingüe. Y
respecto al futuro de la segunda lengua más hablada en los Estados Unidos,
Moreno Fernández (2004:1) tiene estas naturales interrogantes: ¿podría acabar
desapareciendo como lengua de comunicación? ¿se mantendrá en forma de lengua
mezclada? ¿llegará a coexistir junto al inglés en una sociedad estadounidense
bilingüe y bicultural? ¿qué derroteros puede tomar la lengua española en los
EEUU, desde un punto de vista lingüístico y sociolingüístico?
Hay
consenso en el sentido que la influencia del inglés determina el uso no solo de
vocablos, sino también de significados que se adaptan a nuestras palabras o
expresiones. Son códigos lingüísticos que según Torres
(2010:419) se dan por “condicionantes personales, psicológicos, y por
condicionantes colectivos, sociológicos. Ambos factores están estrechamente
vinculados, y hacen que, por un lado, nos situemos en un contexto social
específico y que, por otro, se abra camino una parcela de libertad para que el
hablante utilice de forma creativa las variedades lingüísticas presentes en un
lugar”.
Para tratar de conocer algo más del espanglish
es menester conocer los variopintos puntos de vista de muchos estudiosos y al
final intentaremos concluir con algunas experiencias personales y los
considerandos de personas entrevistadas en Puerto Rico.
Una
estela de explicaciones
Otheguy (2008:
1) dice que “cuando se habla de espanglish, la referencia, aunque
sea de forma implícita, es siempre al español popular de los Estados Unidos, no
a sus manifestaciones cultas…ni que se intente aplicarlo a la lengua de las
telenovelas, noticieros, entrevistas e informes deportivos y políticos que por
tantísimas horas llenan de español las ondas del espectro radial y televisivo”.
Más adelante, en la misma página, Otheguy cierra filas en el sentido que el espanglish
es de cualquier modo, una de las “vertientes más informales y populares, al
habla del hogar, la tienda, la iglesia, el pasillo y la calle, sobre todo
cuando es usada por hispanohablantes que normalmente leen y escriben en español
con poca frecuencia, pero que lo utilizan con regularidad y fluidez en sus formas
orales”. Otheguy (2009)[1]
sugiere evitar el uso del vocablo espanglish y cierra filas para pedir
que sea llamado “español coloquial de los Estados Unidos o español popular de
los Estados Unidos”
Una opinión diferente, que contrasta
con la posición de Otheguy, tiene Ana Celia Zentella. Partiendo sobre la
premisa que el lenguaje es utilizado para cumplir una función social, la
lingüista considera que su colega Otheguy (2009)[2]
tiene una visión muy formal y que “trata de contrastar los discursos públicos
sobre el lenguaje con el saber científico de la lingüística”. Además, afirma
que el lenguaje es moldeado por los contextos sociales y al mismo tiempo esos
contextos son reformulados por la gente que usa el lenguaje.” Por tanto, a
Zentella poco le interesa “la necesidad de imponerle una etiqueta a esa forma
de hablar” y sostiene que es mejor saber “la visión de esa etiqueta y cómo se
inscriben en un contexto socio-político los discursos sobre el espanglish”. Al
aceptar la existencia del término espanglish, Zentella considera que los
jóvenes “quieren aprender a hablar el inglés y el español, ambos. Pero el usar
la palabra espanglish no lo imposibilita”. Para algunos latinos, refiere Zentella, (2011:8)
“el Spanglish es una manera de reflejar que pertenecen a dos mundos, de lo cual
están orgullosos”.
L.F. Lara
(2000:23-27) reconoce el vocablo espanglish como una manera de
hablar de los hispanohablantes con palabras o giros ingleses, pero que se trata
de una interferencia “debido a la ignorancia, a la necesidad avasalladora de integrarse
en otra sociedad. Lara sostiene que el espanglish no es una lengua, que
es algo léxico y pasajero, que es un “fenómeno normal en situaciones de
contacto y de mayor prestigio de una lengua sobre otra". Más adelante
vamos a conocer por qué el espanglish no es algo pasajero, ni tampoco es debido
al factor ignorancia.
Para
Fernández- Ulloa (2004:82-89) “el fenómeno del espanglish no es una
ocurrencia del hispanohablante de una manera desordenada, sino que parece
seguir un patrón lingüístico que afecta el léxico, fundamentalmente”.
Adicionalmente sostiene que “el espanglish es un conjunto de dialectos tan
variados como sus comunidades de hablantes y que tiene una lógica forma de ser
y un origen explicable y comprensible”. Más adelante, la autora menciona que el
“espanglish” tiene una función claramente comunicadora, pero que “sólo puede
darse cuando existe una carencia de vocabulario en alguna de las dos partes que
forman un diálogo”.
Fernández-Ulloa
(2004:89) tiene un punto de vista que coincidimos. Reconoce que el espanglish
surgió en la calle y se introdujo en los programas de televisión y las
campañas de publicidad, hasta llegar a la situación actual, en que es usado, al
menos, en ocasiones, por hispanos de todas las capas sociales. Por otro lado, menciona
que el tema es polémico y considera que en la segunda mitad del siglo XX se
empezó a “tener conciencia de que el spanglish era un lenguaje nuevo, ni inglés
ni español, aunque, en realidad, aún no se ha alcanzado un acuerdo sobre si el
spanglish es una forma transitoria de comunicación o una jerga que va camino de
convertirse en dialecto”.
Betti (2011:41) considera
que el espanglish “es el fruto del encuentro (o del choque) entre dos mundos,
dos sensibilidades, dos culturas y dos idiomas: el hispánico y el anglosajón. Lipski (2003:236) reconoce que existe el espanglish y
es “el español hablado por personas de ascendencia hispana cuya competencia en
español no alcanza la de un verdadero hablante nativo, debido al desplazamiento
lingüístico y adiciona que, (2008:69) aunque en el espanglish hay anglicismos y
cambios de código, “no hacen que el español sea menos español que antes”. A su
vez, rechaza la existencia de una “tercera” lengua.
Lodares (2001:142) se
aproxima a la posición que tenemos. “Antes era la lengua de los pobres, pero ya
no lo es tanto. Ahora hay veinticinco emisoras de radio en California que
utilizan el espanglish”. Según Ilan Stavans[3],
su más ferviente defensor, el espanglish no es un idioma, no es un
dialecto, pero sí es un estilo, una forma de expresarse, es “una realidad,
necia e incómoda para algunos, pero realidad al fin y al cabo”. Para Stavans[4],
el espanglish es el resultado no sólo entre dos lenguas sino entre dos
civilizaciones, la hispánica y la anglosajona. Tras reconocer que la población
hispanoparlante en EE.UU. no es homogénea, se interroga ¿Si el spanglish como
un híbrido lingüístico, le sirve como vehículo de comunicación a la población,
qué derecho tenemos nosotros de arrebatárselo?
En
opinión de Torres (2010:419) el espanglish “es la estigmatización del
comportamiento lingüístico híbrido de muchos latinos y puede, en un sentido,
provocar inseguridad lingüística y, en otro, afianzar su sentimiento de
identidad múltiple ligada a una forma de comunicación”. Betti (2011:46-47) pide
mayor atención de los investigadores para el espanglish, porque “ya que no es un fenómeno
solamente lingüístico, o más bien sociolingüístico, sino también humano,
histórico y cultural, que presenta una extraordinaria complejidad. Agrega
además que “El Spanglish en los Estados Unidos es una modalidad expresiva que
ha permitido y permite a una parte de latinos expresarse a su manera, dar una
voz híbrida entre un mundo y otro, un modo de identificarse también para
algunos hispanos cultos que hacen del spanglish un modelo cultural, además de
una herramienta lingüística”. Respecto al origen y la definición del espanglish,
Lipski (2003:30) reflexiona que muchas veces los contactos bilingües suelen producir una compenetración de
las lenguas, sobre todo al nivel del léxico,
pero también a lo largo del tiempo de la fonotáctica y aun la morfosintaxis”.
Expresiones
coloquiales
El
uso del espanglish no es solo un
estilo de los jóvenes y adultos que no tienen un dominio del idioma inglés. Lo utilizan,
además, quienes tienen el inglés como lengua materna, los estadounidenses
hispanos por herencia y los blancos americanos que hablan español como una
forma de defensa cultural, y como un reflejo del proceso de hispanidad que vive
Estados Unidos. Es real la creciente población y el avance del idioma de
Cervantes. “Cuando llegamos al
parqueadero, el draiver del taxi estaba preocupado. Salió a fumar un cigarro y
dejó la llave adentro con la puerta lakeada”. En este enunciado, un joven
hijo de padres colombianos comenta a sus amigos lo ocurrido a un conductor de
taxi. Utilizó parqueadero por parking
(estacionamiento). También draiver
por driver (conductor), y lakeada por
locked (bloqueado, cerrado).
Y estos términos coloquiales de los
jóvenes y adultos han sido aprovechado por las empresas norteamericanas que
desean influenciar sus productos en este sector de la población. Por ello en
sus avisos publicitarios también están utilizando el espanglish. “23 sabores
blended into one extraordinary taste. Inconfundible. (23 sabores mezclados
en un extraordinario sabor. Inconfundible).
Ese
fue el texto del aviso publicitario que apareció en carteles y paneles de Dr
Pepper, una bebida sin alcohol, una gaseosa carbonatada muy popular en los
Estados Unidos de color oscuro. Otra empresa transnacional, Mc Donald’s,
también hace gala del espanglish en su publicidad: Sweet tea, only $1, muy frío. (Té dulce, a solo 1 dólar, muy frío).
En un cine de California se aprecia cerca de la boletería un aviso: Stop, recoja su ticket (Pare, recoja su
boleto), En Puerto Rico, al ingresar a un centro comercial se puede visualizar:
Parqueo solo para clientes del Shopping
Center. Otros carros serán remolcados” (Estacionamiento solo para clientes
al Centro Comercial).
Expresiones más usuales del Espanglish
Espanglish
|
Español
|
Inglés
|
Vacumear
la carpeta
|
Aspirar la alfombra
|
vacuum the
carpet
|
Siempre
le gusta surfear
|
Siempre me gusta navegar
|
I always like
to surf
|
Marquetear
|
márketing, mercadotecnia
|
marketing
|
antibeiby
|
Píldora anticonceptiva
|
contraceptive
pill
|
cibernauta
|
Usuario de internet
|
Internet user
|
Guachea
la troka
|
Observa el camión
|
Watch the
truck
|
No wey, voy a lonchear
|
De ninguna manera, voy a almorzar
|
No way, I
going to lunch
|
maicrogüey
|
Horno de microondas
|
microwave
oven
|
printear
|
imprimir
|
to print
|
Te
llamo pa’ atrás
|
Te devuelvo la llamada
|
I call back
|
aseguranza
|
Seguro para autos
|
insurance
|
Voy
a pagar los biles
|
Voy a pagar las cuentas
|
I am going
to pay the bills
|
Cortar
la yarda
|
Cortar el césped
|
mowing the
yard
|
Se
ha frizado mi compu, la voy a recetear
|
Se ha congelado mi com-putadora, la voy a reiniciar.
|
My computer has frozen, I
will reset.
|
Llamaré
al rufero, parece que hay un liqueo
|
Llamaré a la persona que arregla los techos. Están
cayendo gotas del techo.
|
I will call the builder,
there is a leaking roof.
|
Cuadro #1
Los
ejemplos están por doquier. En las conversaciones cotidianas de jóvenes y
adultos, en los restaurantes, edificios en construcción donde una mayoría de
hispanos ejerce su labor. En paneles, señales de advertencia, libros, música
radial, publicidad televisiva, el espanglish
se ha generalizado. Uno de los ritmos de moda para los hispanos en los Estados
Unidos es la bachata, y uno de sus artistas representativos es el dominicano
Prince Royce. Durante una entrevista en la cadena Univisión reveló que la frase
de moda para los jóvenes que viven en Miami y Nueva York es “vamos a parisiar”, (vamos de fiesta) que
ha sido tomado del inglés party (fiesta) y cuya pronunciación es algo similar
a páry. Incluso el artista Latin Fresh que interpreta música urbana
conocida como “perreo” (una sub-corriente del género musical reggaetón) tiene
un tema denominado “vamos a parisear”. El reggaetón se originó en Puerto Rico a
finales de los años 90, sentó sus bases en la capital, San Juan; así como Nueva
York, y ahora se ha extendido en todo el Caribe y América del Sur. Incluso para
muchos entendidos tiene ya fama mundial.
El
espanglish no es un fenómeno
reciente. Lo hablan los indocumentados, también aquellos con residencia legal,
personas de toda edad, de todo estrato social. En estados donde convergen
muchas comunidades hispanas como California, Florida, Nueva Jersey, Nuevo
México, Arizona, etc. se escucha esta forma de expresarse que no va a
desaparecer, sino que ya está arraigada pese al desprecio de los intelectuales.
La influencia de los medios de comunicación avizora que este fenómeno nació
para quedarse y como dicen los jóvenes: “hablo
espanglish porque es muy cool” (cool: interesante, fresco, atractivo). Y cool es
el vocablo usado frecuentemente por la población norteamericana. En cualquier
diálogo entre personas que motive una respuesta del receptor, y que signifique
aprobación, estar de acuerdo o que suena interesante, se escuchará el vocablo COOL.
Según
Moreno Fernández (2004:9)[5]
“El caso del espanglish es
sociolingüísticamente complejo, por estar las lenguas protagonistas más
alejadas en su forma y por coexistir en una sociedad tan compleja como la
estadounidense, en la que, para empezar, lo hispano o hispánico porta valores
diferentes según el territorio de los Estados Unidos de que se trate: no es lo
mismo la frontera con México, que Florida, Nueva York o Chicago. Por eso son
varios los nombres que se le ha dado a la mezcla de inglés y español durante el
último siglo: chicano, pocho, tex-mex, caló, espanglish, entre otros”.
En
todo Estados Unidos hay muchas estaciones de radio que transmiten en español.
Sus locutores gustan utilizar el espanglish
porque según ellos, es la tendencia, es la moda y ellos entienden que “la moda
no incomoda”. Solamente en California hay más de 140 estaciones de radio que
transmiten en espanglish. También hay
dos televisoras que transmiten en cadena y el periodista estrella de una de
esas emisoras televisivas, Jorge Ramos[6],
hizo una férrea defensa del espanglish
porque “No plantea ningún peligro a la cultura hispana. Por el contrario, es un
reflejo de la latinización de Estados Unidos y producto del crecimiento de la
población de origen hispano. Lejos de amenazar a esa cultura, el espanglish proyecta a sus miembros hacia
fuera y los da a conocer; los refuerza”.
Los
expertos en mercadeo también han hecho eco del espanglish, tal como afirmamos líneas arriba. Incluso el mayor
fabricante de tarjetas de felicitación de EE.UU., Hallmark Card, lanzó hace poco una línea de tarjetas en espanglish para incidir en un público de
entre 15 y 40 años. El texto de una de sus tarjetas publicadas con motivo del
“Día de San Valentín” tiene un espanglish
chicano (variable que se escucha en lugares donde residen una gran cantidad de
mexicanos) dice: “I love you, pero ah…
como chingas” (Te amo, pero…como molestas)
Otra
tarjeta con marcada influencia de los nuyorriqueños
(variable que usan los puertorriqueños que mayormente viven en Nueva York)
dice: “Feliz día de los padres to one
tough hombre…who ain’t afraid of a few besos y abrazos”. (Feliz día de los
padres a un hombre tenaz…que no tiene miedo de unos cuantos besos y abrazos”. Otra
forma del espanglish denominada mayameros, es la que hablan los cubanos
afincados en Miami. Por ejemplo, se escucha frases como “Hay que frizar la carne para que no se
descomponga” (de freeze, congelador).
“Me regalaron bonches de chicles en la fiesta” (bunch, montón, cantidad). O la famosa frase “Te llamo pa’ tras”
cuando quieren afirmar que van a volver a llamar (I call you back). Y los chicanos,
los nuyorriqueños y los mayameros son las tres corrientes más
conocidas de este mestizaje llamado espanglish,
de esta forma “mixta del lenguaje”, como alguna vez llamó el poeta mexicano
Octavio Paz.
Quienes
también influyen en el crecimiento del espanglish son los medios de
comunicación que se sienten bien con este estilo de expresión y afirman que
“solo están cumpliendo una función comunicadora”. Otro factor de apoyo al espanglish
son los propios hispanos que influyen en la literatura como el dominicano Junot
Díaz, ganador de un premio Pulitzer y quien escribió una novela en espanglish. También están las poetisas
puertorriqueñas Gianinna Braschi y Ana Vega; el chicano Juan Herrera. Un cuento
de Ana Vega, “Pollito chicken”, es muy utilizado en las escuelas elementales
del país. Y en el cine, en el 2004 se estrenó la película “Spanglish”, que tuvo
altos niveles de audiencia. En el teatro, uno de sus más claros ponentes es el
famoso comediante México-americano George López, quien expone aplaudidos y
risibles monólogos mezclando los dos idiomas. “The George López Show” es su programa televisivo que incluso
propala la influyente cadena norteamericana ABC. Una pegajosa música en
espanglish fue la que difundió la famosa agrupación de Puerto Rico “Calle 13”.
Parte de la letra de “Atrévete” dice:
Deja de taparte que nadie va a retratarte
Levántate, ponte hyper
(hiperactivo)
Préndete, sácale chispas al started
Préndete en fuego como un lighter
(encendedor)
Sacúdete el sudor como si fueras un wiper (trapo, paño)
Que tú eres callejera, "Street
Fighter" (peleador callejero)
Como
parte de la investigación sobre el espanglish
fuimos a una ciudad llamada Silver Spring en Maryland y estuvimos dentro de una
lavandería donde se ponen avisos comunitarios. Uno de ellos nos llamó la
atención. Tomás, que así se llama la persona que puso el anuncio, estaba
necesitando con urgencia “rooferos”. Roof es un vocablo inglés que significa
techo, tejado. Entonces interpretamos que se solicitaban personas que sepan
trabajar los techos, tejados de madera. La propuesta económica era $38.00 la
hora para las personas que sepan manejar las máquinas cortadoras y pulidoras. Y
el pago de $19.00 la hora para los que hacen los trabajos manuales en el
tejado. En el gráfico # 3 podemos
observar el curioso anuncio publicitario.
Gráfico # 3
¿Es
el espanglish una amenaza para el idioma español?
El
espanglish es un fenómeno verbal que ha sobrepasado los niveles sociales y
tiene un origen explicable y comprensible, fruto de la convivencia de dos
mundos, dos idiomas y dos culturas. Se expande bajo una estrategia
comunicacional y aunque algunos autores sugieren que su existencia es temporal,
creemos que ha nacido para quedarse como un estilo peculiar, producto de la
influencia del español y el inglés.
El espanglish existe y se consolida
porque lo hablan millones de personas de la calle que se sienten cool haciendo prestaciones y cambios de códigos,
usando las estructuras gramaticales del español y del inglés, en un medio como
Estados Unidos donde la economía capitalista mixta (de libre mercado y economía
planificada), aprovecha lo que está en vigencia, como el citado fenómeno
sociolingüístico, para llevar agua a sus molinos, hacer su “propio revolú”.
Hay quienes sostienen que el espanglish es la expresión popular de
los inmigrantes, de quienes tienen escasa educación y que no debe existir como
vocablo porque es simplemente una jerga grosera y sin civismo. Pero la fuerza
que tiene el espanglish ha provocado cambios en la propia RAE, que a
través de su portal le ha dado una definición e incluso la ha actualizado para
eliminar el desagradable “deformando elementos léxicos y gramaticales del español
y del inglés”, por una conceptualización más acorde a -quiérase o no- un modelo
que representa a la identidad mestiza de millones de hispanos (ver gráficos 1 y 2).
En los últimos años el espanglish
es el campo fértil de la voraz industria norteamericana. En los medios de
comunicación, en el ámbito de la política, en el mundo de la mercadotecnia, en
los grandes espectáculos podemos vislumbrar el uso del espanglish como
una forma de llegar a los seguidores, convencer a potenciales clientes y hacer
más divertidas las actuaciones de los artistas. Los diversos medios: canales de
televisión, las emisoras de radio y la prensa escrita se han encargado de fomentar
e influenciar el uso del espanglish, que ya no es sólo el habla del
inmigrante, sino también de personas con asimétricas clases sociales. Se
escucha en los restaurantes, en el cine, en el teatro, en las campañas
políticas, en los anuncios publicitarios. “Hay un uso del español salpicado de
anglicismos, así como uso del inglés salpicado de hispanismos, confirma Moreno
Fernández (2004:4)
Las principales cadenas de
televisión hispanas como Univisión y Telemundo propalan muchas veces estas
prestaciones léxicas. Por igual las televisoras importantes norteamericanas
como CBS, NBC, ABC, que tienen entre sus locutores a hispanos de segunda o
tercera generación también se expresan en espanglish. Las emisoras de
radio que propalan música de corte juvenil son las que difunden con mayor
asiduidad. No porque sus animadores que se hacen llamar disc jockey hablen un español salpicado como consecuencia de su
bilingüismo, sino porque ellos están convencidos que el espanglish es la realidad lingüística de millones de hispanoparlantes, es la
moda que les asegura una real audiencia.
Es entonces el espanglish ¿una señal de la pobreza
cultural? Creemos que no, creemos que esta estrategia comunicativa que originalmente
nació en las calles donde viven inmigrantes o individuos representantes de las
minorías, se ha mudado intencionalmente hacia lugares donde personas que no son
de escaso nivel cultural, sacan provecho de esta moda siguiendo un patrón
lingüístico.
Zentella
(2011:8) afirma que “el Spanglish es una manera de reflejar que pertenecen a
dos mundos, de lo cual están orgullosos”. Y es verdad, los jóvenes y muchos
adultos se sienten felices de exhibir esta transculturización. Por ello,
aprovechando esta conexión con los cambios de códigos, el gobierno mexicano a
través de su consulado lanzó en el 2018 una campaña para “fomentar y promover
el idioma español en las comunidades hispanas de la región”, a la que denominó
“Ser bilingüe es cool”.
Otro ejemplo del uso del espanglish como vehículo de comunicación
y que no guardan relación con algún escaso nivel cultural, fue el titular que
publicó el diario “El nuevo día” de Puerto Rico, a propósito de las
manifestaciones ciudadanas que culminaron tras la renuncia del gobernador
Ricardo Rosello. En su edición del 14 de julio del 2019 (ver gráfico #5), se aprecia que el presidente de la Cámara de
representantes de PR. Carlos Méndez Núñez declara haber dado un límite de
tiempo al entonces gobernador Rosello para que renuncie. ‘Nosotros le estamos
dando un deadline al gobernador”,
dijo Méndez a las decenas de periodistas.
Gráfico# 5
Si las autoridades políticas,
diplomáticas, los periodistas, locutores y una amplia mayoría de jóvenes gozan
del estilo espanglish, creemos que
estos cambios de códigos, inserciones léxicas, alternancias lingüísticas,
connotación de códigos, mezcla criolla, calcos sintácticos o como se le llame,
han irrumpido como un modelo de identidad, como una forma de comunicarse que ha
rebasado las clases sociales para quedarse entre nosotros.
Los casi 55 millones de hispanos y
los jóvenes estadounidenses que hablan el español son quienes van a seguir
fomentando el espanglish porque es
parte de su identidad y gracias al apoyo de los medios de comunicación y su
poder que ostentan. El espanglish
sigue creciendo como la cantidad de celulares que cada día aparecen en el
mercado. “Tu celfón está padrísimo”
(Tu teléfono celular está muy bonito) dice un joven chicano de California. Para
la moda espanglish no hay barrios o
comunidades acotadas, tampoco hay sincretismo para los jóvenes.
Conclusión
Creemos que el espanglish no es
ninguna amenaza. En cuanto al español, que no es una lengua muerta, está en
plena transformación; y esta variable, que denominamos “español
estadounidense”, tiene un modelo o estilo que no supone una pérdida de la
lengua española ni mucho menos de la cultura hispánica. En todo caso
coincidimos con Triantafilian (2011: 124) en que es
el fenómeno lingüístico contemporáneo más importante en los Estados Unidos y
que como pide el periodista Jorge Ramos, lo integremos dentro del español
global, dinámico e innovador.
El español en Estadios Unidos se
afianza, crece y toma fuerza pese a cierta oposición política; y a las
variantes que se escuchan en el territorio norteamericano, provocadas por el
origen y la diversidad cultural de los millones de hispanohablantes. Moreno
Fernández (2004:4) sostiene desde un punto der vista lingüístico que el
espanglish ampliará sus dominios de uso y que “vendría a consolidar como una de
las características actuales del español en los Estados Unidos”.
Las proyecciones realizadas por la
oficina del censo del Departamento de Comercio de USA pronostican que en el
2050 seremos algo más de 98 millones de hispanoparlantes. Ahí estará el
español, como una lengua viva consolidada; y el espanglish, como un fenómeno
lingüístico con calcos, préstamos y cambios de códigos que sigue incorporando
anglicismos con una decisión consciente de sus hablantes. No veamos con malos
ojos el espanglish. Veámoslo como un estilo que refuerza nuestra identidad,
como una realidad lingüística.
Como investigadores creemos que
debemos entender esta forma de expresión lingüística que nació en las calles y
que con el transcurrir de los días evidencia poca o ninguna pobreza cultural.
Los idiomas crecen por la voluntad de la gente y el español se expande con sus
variables y adaptaciones.
[1] Comentario
ofrecido durante un debate sobre el término “Spanglish”. La estudiante de la
universidad de Puerto Rico, Ericka Acevedo, transcribió al español el discurso
del profesor Otheguy ocurrido en febrero del 2009 en la universidad de Miami.
[2] Comentario hecho durante un debate sobre el término
“Spanglish”. La estudiante de la universidad de Puerto Rico, Ericka Acevedo,
transcribió al español el discurso de la profesora Ana Celia Zentella ocurrido
en febrero del 2009 en la universidad de Miami. Zentella (2011:8) asevera también que “para
los hispanos bilingües, hablar el español, el inglés, y el Spanglish con los
amigos y la familia es una forma de expresar, disfrutar, y compartir su
identidad bicultural”.
[3] Comentario
aparecido en el blog: http://dinora94-llc.blogspot.com/2012/10/el-spanglish-textos-complementarios.html Ian Stavans hace una cerrada defensa del espanglish. El artículo fue tomado de
“La Jornada Semanal” de México y se publicó el 23 de septiembre del 2012. Visto
el 24 de mayo del 2016. Stavans es autor de un diccionario de espanglish.
[4] Comentarios
ofrecidos por Ilán Stavans durante una entrevista a “Cuadernos Cervantes. Visto
el 20 de Julio del 2019. http://www.cuadernoscervantes.com/entrevilanstavans.html
[5] El
comentario del lingüista Francisco Moreno apareció en el artículo “Media lenguas e identidad”, que presentó
durante el III Congreso Internacional de la Lengua española, ocurrido en
Rosario, Argentina.
[6] “En
defensa del español mal hablado” es el artículo escrito por el periodista Jorge
Ramos y que fue parte de las ponencias del Congreso de Valladolid, celebrado en
octubre del 2001. Este texto se encuentra en el archivo del Centro Virtual
Cervantes. http://congresosdelalengua.es/valladolid/ponencias/el_espanol_en_la_sociedad/3_la_television_en_espanol/ramos_j.htm
Betti, Silvia (2011): “El spanglish en los Estados Unidos: ¿estrategia
expresiva legítima? Lenguas Modernas 37 (Primer Semestre 2011), 33 – 53.
Universidad de Chile.
Fernández-
Ulloa, Teresa (2004): “Espanglish y cambio de código en el Valle de San
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California” BilingLatAm 2004. Symposium Proceedings, ESSARP, 2004.
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"El espanglish". Boletín Editorial del Colegio de México # 85: 23-27
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fasc. 2. 2004. 231-260. Impreso.
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Lodares, Juan R. (2001): “Gente de Cervantes. Historia humana del idioma
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(coord.), Enciclopedia del español en los Estados Unidos, Anuario del Instituto
Cervantes 2008. Pp. 222-243. Madrid: Santillana.
Otheguy, R y Zentella, Ana Celia (2009): “Debate sobre el término
Spanglish”. Conference on Spanish in the U.S., Miami. Transcripción hecha por
Ericka Acevedo, alumna de la UPR-Mayagüez, estudiante de SROP en la Universidad
de Illinois en Chicago con la Dra. Kim Potowski, verano 2009.
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Lengua, Valladolid.http://congresosdelalengua.es/valladolid/ponencias/el_espanol_en_la_sociedad/3_la_television_en_espanol/ramos_j.htm
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Rosa (2011): “Sobre el spanglish en los Estados Unidos”. Université de
Montréal. Tinky 15, febrero 2011.
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