El Enfoque Comunicativo Interactivo ( The Interactive Communicative Approach, ICA)
The Interactive
Communicative Approach (ICA)
PhD Luis Castro Gavelán
Complutense University - Spain ( FIRST PART pages 1-46 )
ABSTRACT:
The Interactive Communicative Approach (ICA) is a didactic proposal for the teaching of second languages to adults. Is based on the idea that a language is learned by speaking within an environment of dynamic interaction that requires both the student and the teacher to become fully involved in the teaching-learning process. During this cooperative work (50% of the work coming from each of the actors in the classroom), the student must demonstrate a keen interest while the teacher must emphasize the different humanistic approaches (the affective, the communicative, and most importantly, the cognitive) within a specific social and cultural context.
The objective of the ECI is to develop a cognitive process that stimulates the strategic capacities of the student and promotes a significant learning experience. We should also focus the teaching-learning process of the Spanish language under the fundamental theories of communicative teaching. It is also imperative that we contemplate the development of abilities and skills required to arrive at a facility in communicative interaction, considerate of an eclectic and discursive grammar which is subordinate to pragmatic communication. Additionally, the mother language of the student should be used in just measure and the value of motivation and empathy in the classroom should never be overlooked.
This proposal rests in the results achieved across more than fourteen years teaching the Spanish language to US diplomats in the United States. This work continually favors productive and competent communication, verbal interaction, negotiation of meaning, and an intimate knowledge of the learner needed to establish a connection throughout this affective and empathic endeavor.
KEY WORDS:
Interactive Communicative Approach, second language teaching, significant learning experience, communicative teaching, empathy and motivation, communicative approach, teaching Spanish in the United States.
RESUMEN:
El
Enfoque Comunicativo Interactivo
(ECI), es una propuesta para la enseñanza de segundas
lenguas a personas adultas. Está basado en la idea de que un idioma se
aprende hablando dentro de una dinámica interactiva en la que el profesor y el
estudiante deben implicarse de lleno en un proceso de enseñanza-aprendizaje cooperativo (50 por ciento para cada uno de los
actores dentro del aula), el alumno ha de mostrar un interés particular,
mientras que el profesor debe hacer hincapié en los diferentes aspectos
humanos, sobre todo el cognitivo, el afectivo y el comunicativo dentro de un
determinado contexto social y cultural.
El
objetivo del ECI es desarrollar un proceso cognitivo para estimular las
capacidades estratégicas del discente y promover un aprendizaje significativo.
Es importante focalizar el proceso de enseñanza-aprendizaje del idioma español
bajo los fundamentos teóricos de la enseñanza comunicativa y contemplar el
desarrollo de las habilidades y destrezas en aras de una interacción
comunicativa, considerar una gramática ecléctica, discursiva y subordinada a la
comunicación pragmática; utilizar en su justa medida la lengua materna del estudiante,
y valorar el mérito de la motivación y la empatía.
Esta
propuesta radica en los resultados logrados a través de más de catorce años enseñando
el idioma español a diplomáticos norteamericanos en los Estados Unidos, mediante un trabajo cooperativo que favorece la
producción y la competencia comunicativa, la interacción oral, la negociación
del significado y saber conectarse con el discente en medio de un trabajo afectivo
y empático.
PALABRAS CLAVE:
Enfoque
Comunicativo Interactivo, enseñanza de segundas lenguas, aprendizaje
significativo, enseñanza comunicativa, empatía y motivación, enfoque
comunicativo, enseñanza del español en Estados Unidos.
Introducción
La desactualización o
pérdida de validez de los métodos que daban preferencia a las estructuras
gramaticales para dominar una segunda lengua alentaron la aparición de otras
corrientes metodológicas. Surgieron paulatinamente técnicas y estrategias
pedagógicas que ofrecieron planteamientos más acordes al interés de los
habitantes del mundo por mantener una comunicación viva y adquirir una
habilidad comunicativa que encamine sus intereses razonables, de desenvolverse
aceptablemente en situaciones de la vida real. A partir de los 80, en plena
evolución metodológica, aparecieron los enfoques comunicativos que con mucha
dinámica promovieron cambios, especialmente en el concepto de la lengua como un
esquema rígido de normas gramaticales por un sistema focalizado en el dominio
del uso del lenguaje.
Apoyados en disciplinas como la
Psicolingüística, la Sociolingüística, la Pedagogía, la Lingüística Aplicada y
otros, los métodos y enfoques comunicativos acrecentaron su influencia en la
enseñanza-aprendizaje de segundas lenguas. Los enfoques comunicativos experimentaron
variantes y modelos que determinaron la importancia del acto comunicativo, de
las actividades que permiten interactuar al estudiante utilizando la lengua
como un instrumento dinámico para la creación de significados. Hay que reconocer
que la lengua es un medio que permite alcanzar un fin y, como explican Luzón y
Soria (1999:42), “El
énfasis recae sobre los procesos implicados en el uso del lenguaje, es decir,
sobre el estudio de los significados, de su expresión, comprensión y negociación
durante las interacciones”.
Los métodos comunicativos subordinan la
estructura lingüística en aras del desarrollo de la competencia comunicativa y
presentan propuestas metodológicas con tendencia comunicativa, con ciertos
principios que diferencian lo explícito y lo implícito, se decantan entre la
importancia de la primera lengua y sus inferencias, entre poner al aprendiz en
el centro de la atención y darle más autonomía. Desde los ochentas, los métodos
comunicativos gozan de credibilidad, son los más utilizados, los más
analizados, los que tienen muchas variables, modelos y los que están en
favorable evolución.
Una de esas variables es nuestra
propuesta, el Enfoque Comunicativo Interactivo, ECI, que no rehúye ni mucho
menos rechaza a otros métodos y enfoques, sino que toma lo mejor de cada uno de
ellos para coadyuvar una perspectiva más amplia, una mejor estrategia
pedagógica que concatena “la lengua en función de sus estructuras (gramática y
vocabulario) y las funciones comunicativas”, como afirma Littlewood (1981: X).
Enseñar idiomas considerando la
lengua como instrumento para la comunicación fue el paso inicial para creer
que, bajo los fundamentos teóricos del Enfoque Comunicativo Interactivo se
puede generar una variante metodológica que –apoyada por las experiencias
conseguidas en el aula- permite dar a los estudiantes mejores argumentos, como
comenta Allright (1976:10), tener un “suficiente
interés intrínseco para garantizar su participación productiva activa”.
Nuestro
modelo plantea el trabajo cooperativo del docente y el estudiante, el
desarrollo de una perspectiva comunicativa más amplia sobre el aprendizaje de
las lenguas, en consonancia con Littlewood (1981: X), con características
motivadoras que promuevan la interacción y la producción oral tal como lo hace
un nativo. Asimismo, Savignon (1976:5) refiere que la idea es que el discente
pueda interactuar de forma espontánea y no ensayada, que muestre sus
conocimientos del código lingüístico y tal como el hablante nativo “sepa no solo cómo decir algo sino qué decir”. Relacionado con otros modelos
comunicativos, el ECI es flexible y sin denostar sobre las teorías, ideas y
principios originales, tiene cinco puntos bien concretos:
a) Consideramos
que el dominio de la gramática es una consecuencia del uso comunicativo de los
signos que una comunidad utiliza para comunicarse. Por tanto, no debe ser
antagónica la relación gramática-comunicación. La competencia comunicativa
necesita apoyarse de las normas y reglas gramaticales que permitan al hablante
hacer una correcta estructura de las palabras. Instruir al aprendiz en aspectos
sintácticos, fonológicos y del saber gramatical de la lengua objetivo repercute
cuando se lleva adelante una interacción, pues minimiza los errores. Para Lomas
y Osoro (1993:13), la competencia gramatical “siempre
será una preocupación importante para todo enfoque comunicativo que incluya
entre sus metas el enseñar a los alumnos a interpretar y expresar correctamente
el significado literal de los enunciados”.
Los
estudiantes adultos, especialmente aquellos que estudian idiomas con fines
laborales tienen nociones gramaticales de su lengua materna aprendidas de una
forma explícita o implícita, y al momento de sostener diálogos y procesar su
input, aflora en ellos una conciencia
gramatical que hacen gala durante el output. Cuando hay una previa
explicación de las representaciones gramaticales de la 2a lengua
ellos consiguen cierta seguridad que les permite fluidez y precisión
lingüísticas. Por ello, creemos que, entre los principios del ECI y la
enseñanza de la gramática debe haber una integración efectiva. El dominio de
las capacidades y destrezas comunicativas, aunado al conocimiento -soterrado o
no- de las estructuras gramaticales dinamizan las funciones cognitivas que
conllevan al objetivo didáctico: tomar control de la competencia comunicativa.
Esto le lleva a decir a Savignon (2002:7) que “la
gramática es importante y los estudiantes parecen enfocarse mejor en la
gramática cuando se relaciona con sus necesidades y experiencias comunicativas”.
b) Incidir
en la interacción comunicativa como elemento esencial para alcanzar una buena
competencia comunicativa y, por ende, dominar la lengua objetivo. Así como
creemos en la interacción de la lengua materna y la lengua meta, también
creemos que la interacción entre profesor-estudiante y alumno–alumno, es
importante para los objetivos que debemos cumplir en la estrategia
comunicativa, puesto que, según manifiesta Rivers (1987: 13), “Interactuamos mejor si podemos entender y expresar matices
del significado”.
Las
conversaciones previas a la clase, las que también se denominan de
“calentamiento’, ayudan mucho. Interactuar noticias cotidianas, asuntos
personales y laborales permiten analizar psicológicamente el estado de ánimo
del aprendiz y los aspectos de su cultura e idiosincrasia. Los diálogos,
discusiones, polémicas y debates en torno a temas interesantes; las
improvisaciones, simulaciones y representaciones teatrales entre profesor y
aprendiente, apoyan la labor pedagógica. La misión es estimular al aprendiente,
crear una empatía para que se acostumbre a transmitir mensajes adecuados a sus
propias necesidades comunicativas. La interacción implica un intercambio de
conocimientos y experiencias dentro de un proceso sólido, dinámico, entretenido
y creativo. Wells (1981:29), citado por Rivers (1987:4), define la interacción como la “actividad colaborativa que implica el establecimiento de una
relación triangular entre el emisor, el receptor y el contexto de la situación”.
Llevar
adelante una actuación recíproca de los actores consolida una relación
afectiva-social que no solo construye caminos para el éxito del proceso de
enseñanza-aprendizaje, sino también coadyuva a una educación integral, como
anhelan los estudiantes adultos con fines laborales. A este respecto, Camps
(1998:44) considera que “la lengua oral y escrita en estrecha
interrelación, es un buen instrumento de aprendizaje”. Y Charaudeau, según recoge
Mendoza (1996:11) y también Galera (2000:216), considera que “la interacción es un fenómeno de intercambio entre
interlocutores que alternan la función de emisor y receptor, y que comparten
cierta intención comunicativa”.
c)
La posibilidad de contar con un material tecnológico y comunicacional resulta
eficaz en el aula de idiomas. El uso de las herramientas tecnológicas
entretiene y motiva al aprendiente. Los materiales informáticos y el uso del
internet dinamizan el aprendizaje de una lengua, la hacen más amena e
interesante, los recursos didácticos son inagotables. Cuando el profesor hace
uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), la clase
resulta más efectiva. Según Luzón y Soria (1999:46), “los recursos tecnológicos, empleados
conforme a una planificada metodología suplen, e incluso superan las
posibilidades didácticas de la formación del discente”.
La
experiencia de trabajar con estudiantes “fase
toface” seis horas diarias y treinta horas a la semana (de lunes a
viernes), se convirtió en un lindo desafío. Y la tecnología electrónica y las herramientas
conceptuales respondieron a nuestras proyecciones didácticas, las de elaborar
clases con recursos didácticos ágiles y agradables. El mundo del internet con
sus inagotables recursos resulta un sistema idóneo tal como puntualizan Luzón y
Soria (1999: 46), que es “flexible y eficaz para el
almacenamiento, recuperación, transmisión y gestión activa de grandes
cantidades de información”. La idea en el aula es divertirse creando un contexto
educativo exitoso.
Algunos materiales de uso frecuente
en el aula son los vídeos, las revistas, los folletos turísticos, los anuncios
de periódicos, planos de determinada ciudad, los audios pre-grabados sobre
testimonios y diálogos de nativos en la lengua objetivo. La comunicación es un
proceso y los aprendientes necesitan asimilar las informaciones que nos ofrece
el mundo del internet, la tecnología de la información y la comunicación, todo
lo que nos ofrece la multimedia y sus herramientas para promover el aprendizaje
de idiomas (correo electrónico, chat, foros, formidables avances de las TICs),
etc.
Adicionalmente
el ECI tiene el apoyo de Perú Spanish,
un libro de texto con material didáctico que tiene el soporte de una estructura
gramatical básica, progresiva y sencilla. Las unidades de trabajo de este libro
han sido diseñadas de forma pragmática y con lecturas curiosas, muchas veces
con cierto grado de hilaridad. La mayoría de los textos son experiencias de la
vida real, vivencias de los propios estudiantes adultos. Abundan las
coincidencias, los diálogos con contenido gracioso y narrados con sencillez,
respetando el progresivo conocimiento de los verbos y su conjugación (tiempos
simples y compuestos). Cada lectura transmite información y presenta datos
lingüísticos: tiene un vocabulario complementario, ejercicios gramaticales y de
comprensión. Cada capítulo revisa al final el vocabulario empleado, la
gramática usada y tiene una especie de examen con respuestas múltiples.
d) El
protagonismo de la clase no recae en el profesor ni en el aprendiz. Aunque
algunos teóricos señalan que conforme se desarrolla el proceso de aprendizaje
el profesor debe perder el protagonismo (para incentivar la creatividad y mayor
autonomía del aprendiz); en el Enfoque Comunicativo Interactivo la
responsabilidad es compartida (50 %) entre cada uno de los actores principales.
El estudiante hace las tareas, participa de manera constante en los diálogos y
debates, mantiene una actitud constante. En cuando al docente, debe preparar
con antelación la clase, aportar sus conocimientos, elaborar adecuados materiales
(mucho mejor si es personalizado), estimular al discente hacia su aprendizaje
significativo. Para Swain (1985:21), el profesor debe incorporar intercambios
de información genuinos, “buscar artificios para hacer menos
artificiosa la lengua que presentamos”. Por su parte, Littlewood (1998:9) considera que “un enfoque comunicativo abre una perspectiva más amplia
sobre la lengua. En concreto nos hace considerar la lengua no sólo en función
de sus estructuras (gramática y vocabulario), sino también a partir de las
funciones comunicativas que cumplen. Dicho de otro modo, consideramos no sólo
las formas lingüísticas sino también todo que los aprendientes hacen con esas
formas cuando quieren comunicarse…”
e) ¿Se puede
prohibir el uso de la lengua materna en el aula donde enseñamos una 2a
lengua? Creemos que no. Su uso regulado puede convertir a la lengua materna en
un aliado importante y por ello alentamos su uso sistemático, prudente y
razonable. Algunos docentes afirman que no podemos aprender un idioma nuevo si
seguimos usando el otro. Pero otro grupo de docentes, en el que me incluyo,
sostenemos que la L1 supone un “bálsamo” para las dudas, los bloqueos,
desentendimientos y ansiedades que a veces denotan los discentes adultos y con
los que enfrentamos a diario. Por ejemplo, en la etapa de presentación,
Littlewood y Yu (2011:71) consideran que “la
L1puede ser una forma eficiente de aclarar los significados de las palabras,
las estructuras o los enunciados, de modo que los estudiantes puedan avanzar
más rápidamente a la etapa más importante de uso activo e internalización”. Y Butzkamm (2003:33) defiende un
criterio que compartimos:
usando la lengua materna: (1) aprendimos a
pensar, (2) aprendimos a comunicarnos y (3) adquirimos una comprensión intuitiva
de la gramática. La lengua materna abre la puerta, no solo a su propia
gramática, sino a todas las gramáticas, en la medida en que despierta el
potencial de la gramática universal que yace dentro de todos nosotros. Ese
conocimiento previo es el resultado de las interacciones entre un primer idioma
y nuestra dotación lingüística fundamental, y es el fundamento sobre el que construimos
nuestros Yoes. Es el mayor activo que
las personas aportan a la tarea de aprender idiomas. Por esta razón, la lengua
materna es la llave maestra de los idiomas extranjeros, la herramienta que nos
brinda los medios más rápidos, seguros, precisos y completos para acceder a un
idioma extranjero.
Consideramos
que la lengua materna debe ser usado como un valioso recurso cognitivo y
pedagógico en la enseñanza de segundas lenguas especialmente para los adultos.
La lengua materna del discente no debe ser ignorada, por el contrario, creemos
que propicia un ambiente de aprendizaje amical y empático. Hammerly (1991:151),
citado por Butzkamm (2003), estima que el uso juicioso de la lengua materna en
técnicas cuidadosamente elaboradas "puede
ser dos veces más eficiente (es decir, alcanzar el mismo nivel de competencia
en un segundo idioma en la mitad del tiempo), sin pérdida de la eficacia".
1. Caracterización de la estrategia comunicativa e
interactiva
Ante todo, se pretende incidir en la
importancia del aprendizaje comunicativo y de posibilitar, como reconoce Lomas
(1993:1), que los discentes mantengan un intercambio comunicativo correcto,
adecuado, coherente y eficaz en las diversas situaciones y contextos de la
comunicación humana. En ese sentido, creemos en una estrategia comunicativa e
interactiva.
1.1. La estrategia comunicativa
Para entendernos, los seres humanos
tenemos que comunicarnos, transmitir mensajes y manifestar sentimientos. Al
comunicarnos, los seres humanos vivimos e interaccionamos, participamos como
emisores y receptores. En el campo de los procesos de enseñanza- aprendizaje de
idiomas como 2a lengua, Allwright (1976:2) dice que la comunicación
ha sido aceptada en la enseñanza de idiomas y “se ha convertido en un
componente esencial y principal del “producto” de la enseñanza de idiomas”.
Igualmente Gass y Selinker (1994:3) coinciden en que
la “nueva conceptualización del
aprendizaje de idiomas han resultado en metodologías que enfatizan la
comunicación. La toma de decisiones pedagógicas debe reflejar las necesidades
comunicativas”.
No somos ajenos a los métodos
tradicionales cuyos resultados fueron insatisfactorios para los estudiantes de
2ª lengua, y que a la larga significó una natural preocupación de los
lingüistas por diseñar mejores propuestas e “introducir reformas con principios
y prácticas de la enseñanza del lenguaje comunicativo”, como afirman Celce-Murcia, DornyeiyThurrell (1993:13). El término
comunicativo empezó a potenciarse con las estrategias de enseñanza de idiomas
que utilizaron planes de estudios nocional-funcionales. Como refiere Savignon (1977:2), se produjeron resultados positivos
en los programas de instrucción que usaron “las
funciones del lenguaje basadas en una evaluación de las necesidades
comunicativas de los estudiantes”. En una misma línea, Wilkins
(1981:83), citado por Raine (2010:8), sostiene
que hay un reconocimiento de los propósitos comunicativos del aprendizaje del
lenguaje que vincula el enfoque teórico con el movimiento comunicativo más
amplio de la enseñanza del lenguaje. Y algo que nos decanta del lenguaje
comunicativo es el uso del contexto social que, como señalan Larsen-Freeman (1990:41), “el
contexto social es una característica de todos los eventos comunicativos”. Creemos que la comunicación es
esencial para establecer la relación de los individuos y sus semejantes.
1.2. La estrategia interactiva
El vínculo importante de toda
existencia social es la relación entre miembros de una comunidad, de una
sociedad. Cuando esa relación se da en forma recíproca es porque hay un
comportamiento comunicativo fruto de toda interacción social, una relación
interpersonal que ha consolidado un proceso interactivo. Y el lenguaje verbal
–qué duda cabe- es la forma más conocida para comunicarnos entre seres humanos
porque se trata de una función intrínsicamente social. Por esta razón, O’ Sullivan (1997:196) señala que la interacción es “el intercambio y la negociación del
sentido entre dos o más participantes situados en contextos sociales”.
En el ámbito de la enseñanza de
idiomas la interacción es un elemento
esencial en el trabajo de los docentes, como sostiene Brown (1994), citado por Choudhury (2010:77) al afirmar que “en la era de la enseñanza del lenguaje comunicativo la
interacción es, de hecho, el corazón de la comunicación”. Por su parte, Pica (1994), citada por Mackey
(1999:558), entiende que la interacción ayuda a los estudiantes a entender
y usar el lenguaje comprensible, y siguiendo a Long (1983), la interacción
facilita a los estudiantes la información que necesitan.
La interacción resulta significativa en los procesos de aprendizaje,
claro está, cuando los interlocutores transmiten una intención comunicativa y esa
interacción oral es apoyada por la recepción del input y la producción de un
output comprensible. El MCER (2002:89-90) coloca la
interacción en un lugar preponderante dentro de los procesos comunicativos de
la lengua, unida ala expresión, la mediación y la comprensión, que son
actividades que promueven la interacción oral y por supuesto, el desarrollo de
la creatividad lingüística.
2. Encuesta a profesores y estudiantes adultos
Los
principios esenciales para la enseñanza-aprendizaje de idiomas se desarrollan
con el buen uso de la lengua y no mediante el conocimiento teórico que se tenga
de ellos. Para el Enfoque Comunicativo Interactivo, ECI, la enseñanza
comunicativa está vinculada a la idea de que el lenguaje es esencial en la
acción humana y si llevemos adelante una estrategia para enseñar en condiciones
reales, estaremos privilegiando los significados en los actos de habla. Por
consiguiente, estaremos siendo coherentes con la búsqueda y desarrollo de la
esencia del ECI: la competencia comunicativa.
Un
punto importante que debemos considerar es la flexibilidad del ECI, que no
sigue reglas de estilo draconiano, sino que, por el contrario, permite la
creatividad de los profesores, estimula la práctica, el diálogo y minimiza la estricta
memorización que sugieren otros métodos. Muchas veces el docente con criterio
pedagógico prepara y estructura sus clases con antelación, pero hay
circunstancias especiales que lo obligan a cierta flexibilidad, a adaptarse o
amoldarse a condiciones propiciadas por la actitud del estudiante. Por eso es
importante estar premunido de una serie de recursos didácticos. Así Morrow (1977:10) llega a decir que el “instructor debe tener un papel de promotor e instigador de
situaciones que permitan a los aprendices fomentar sus destrezas comunicativas”.
En
el ECI hay una preocupación por las necesidades comunicativas de los
aprendientes y muchas veces se les otorga ciertas licencias para el uso de la
lengua materna (principalmente en el nivel inicial) o hacer la clase fuera del
aula. Nuestra propuesta es la adquisición y desarrollo de los conocimientos, la
fluidez comunicativa, la consolidación de las cuatro habilidades básicas de la
comunicación: la comprensión auditiva, la comprensión lectora y las expresiones
oral y escrita. Reconocemos la importancia y el aporte de la competencia
lingüística enmarcada en un contenido funcional y comunicativo.
Relacionado con otras técnicas y métodos, el
Enfoque Comunicativo goza de credibilidad en la enseñanza de idiomas. Durante
una encuesta con 42 profesores de idiomas en el área de Washington DC., el
92.9% utiliza el Enfoque Comunicativo (de
forma exclusiva o combinado con otros métodos), y un 73.4% manifestó que lo
usa exclusivamente. Quienes apuestan por el ECI tienen la premisa que enseñar
una lengua es enseñar a comunicarse, motivar a los aprendientes a reconocer que
el sistema lingüístico de una lengua es mucho más asequible a través de un
proceso fundamentado en la comunicación. De los ocho métodos que fueron
incluidos en la encuesta, el enfoque comunicativo tuvo un importante reconocimiento.
Lo utilizan con éxito profesores que enseñan las lenguas más habladas en el
mundo y que tienen muchos años de experiencia dictando clases de idiomas como 2a
lengua.
Al
igual que los profesores, el apoyo de los 46 estudiantes adultos encuestados
fue masivo. Como podemos analizar en el cuadro
2, el 89.65% de ellos prefiere el enfoque comunicativo de forma exclusiva o
fusionado con otros métodos (incluimos:
audiolingual, gramatical, directo y comunicativo). Solo 6 estudiantes, el
10.35% de ellos decidió por otras estrategias pedagógicas.
Al analizar
los resultados podemos discernir que son casi similares los porcentajes
alcanzados por los 42 profesores y 46 discentes a favor del enfoque
comunicativo. El 92.9% de los docentes y 89.65% de los aprendientes expresan su
conformidad con el uso de la estrategia comunicativa.
La mayoría de los estudiantes encuestados aprendieron idiomas en DiplomaticLanguage Service, DLS, de
Arlington, Virginia. La totalidad de ellos son diplomáticos que trabajan en
embajadas y consulados que tiene EE.UU. alrededor del mundo. El gráfico 2
muestra los resultados del sondeo de acuerdo al sexo del discente. De los 46
estudiantes, 40 de ellos eligieron el enfoque comunicativo (28 marcaron
exclusivamente el ECI mientras que 12 de ellos seleccionaron varios métodos,
incluyendo el comunicativo).
De acuerdo con su edad, los menores de 40
años muestran mayor entusiasmo. 22 de ellos hacen un 48% de los discentes que
gustan del enfoque comunicativo. Otros 18 estudiantes mayores de 40 años
también votaron por el ECI. Ben R., estudiante de español, dijo que el enfoque
comunicativo “ayuda
a cumplir los objetivos de aprendizaje” y reconoce que, tras
la finalización de su entrenamiento, pudo obtener un nivel 3 (B2 del MCER)
requerido por su agencia para cumplir con su nueva misión fuera de los Estados
Unidos. De las 17 mujeres participantes, una estudiante de francés menor de 40
años y con título de bachiller eligió el método directo. El resto decidió por
el ECI. De los 29 hombres, 24 de ellos prefirieron el ECI.
El cuadro 3 está separado en seis columnas. Tres
para las mujeres (F) y otras tres para los hombres (M). Comunicativo (mujeres: 35% y hombres 52%) significa
todos aquellos que votaron exclusivamente por el ECI. Fusionado (13% para cada
uno) comprende a los discentes que marcaron varias opciones incluyendo el E.
Comunicativo. El vocablo otroses para los estudiantes que decidieron por
métodos que no admiten el comunicativo.
En el cuadro 4
mostramos los resultados de acuerdo al idioma que estudiaron los discentes.
Hubo 21 estudiantes de español, 19 de los cuales hicieron un 52% de total de
los votos. El segundo grupo más numeroso fue el francés. 13 personas votaron
(12 aprendientes escogieron el enfoque comunicativo y una mujer prefirió el
método directo). Excepto el discente del idioma de Indonesia, todos se decantan
por los procesos comunicativos.
Respecto a los
profesores, participaron 25 bachilleres, 9 magísteres, 2 doctores y otros seis
docentes que prefirieron no decir su grado de estudios. El 93% de los
encuestados revelaron trabajar con el E. Comunicativo de forma exclusiva o en
todo caso fusionado con otros métodos. La
profesora de chino Christina Hayes dijo que utiliza el EC en un 80% durante su
trabajo en el aula pero que necesariamente debe usar el método gramatical (20%)
por algunas estructuras de su lengua nativa, que demanda memorizar la
gramática. “El
idioma chino carece de conjugaciones y otro tipo de flexiones lingüísticas, las
palabras tienen una exclusiva forma morfológica, por eso uso el método gramatical.
Sin embargo, el enfoque comunicativo me ayuda a mantener el ritmo y el nivel de
esfuerzo que todo estudiante debe asumir para aprender la lengua. La
interacción es vital”, manifestó Hayes.
De
acuerdo con la región de donde proceden los docentes, ha habido una mayoría que
enseña idiomas asiáticos como ruso, árabe, chino, thai, coreano, persa,
japonés, urdu, turco, etc. De los 22 profesores, 20 de ellos trabajan con el
enfoque comunicativo en el aula de clases. Los 12 instructores europeos y sus
colegas de América (enseñan español)
apuestan por el ECI, y solo un profesor de francés, oriundo de Senegal,
mencionó trabajar con el método audio-lingual.
Región
|
Comunicativo
|
Fusionado
|
Otros
|
Comunicativo
|
Fusionado
|
Otros
|
Asia
|
20
|
17
|
2
|
48%
|
40%
|
5%
|
Europa
|
12
|
9
|
0
|
29%
|
21%
|
0%
|
América
|
7
|
5
|
0
|
17%
|
12%
|
0%
|
Africa
|
0
|
0
|
1
|
0%
|
0%
|
2%
|
Cuadro 5. 39 de los 42 profesores que enseñan diversos
idiomas en el área de Washington DC. utilizan los enfoques comunicativos en su
trabajo pedagógico
Considerando el sexo del docente, las 27 mujeres votaron por
el enfoque comunicativo. Las 22 damas (52%) lo combinan con otros métodos y
otras 5 de ellas (12%) lo usan de forma exclusiva. Ellas globalizan el 64%. Los
15 hombres eligieron de la siguiente manera: 12 utilizan el enfoque
comunicativo y tres de ellos decidieron por el audio-lingual, método directo y
una combinación de ellos.
Según los años de experiencia de los
docentes, quienes tienen menos de 10 años son los que más utilizan el enfoque
comunicativo. 19 de ellos, el 45%, lo usan desde siempre. De los 14 docentes
que tienen entre 10 y 20 años de experiencia (33%) solo uno no utiliza el
enfoque comunicativo. Los que poseen más de 20 años trabajando en las aulas
fueron 6 (5 usan el EC y un docente usa
otros métodos). AzmatJamalzai, oriundo de Afganistán y profesor de Dari con
21 años de experiencia reconoce que los enfoques comunicativos “están de moda”,
pero que él utiliza una combinación de varios métodos y enfoques. “Los antiguos como el gramatical, audiolingual y directo son
buenos, me dieron buenos resultados y por eso los sigo usando. Claro que el
enfoque comunicativo es importante, ayuda en la práctica oral y por eso hago
una combinación de estrategias”, comentó.
3. Fundamentos teóricos del ECI
A través de su estrategia pedagógica
el ECI promueve la competencia
comunicativa como proceso de comunicación real y efectiva. Gumperz y Hymes (1972), citados por Lomas (1993:9), lo
conceptualizan como “lo que un hablante necesita saber
para comunicarse de manera eficaz en contextos socialmente significativos”. Hay cinco componentes que deben
actuar interrelacionados para asegurar los conocimientos y su adquisición por
parte de los discentes: competencia sociolingüística, competencia gramatical,
competencia estratégica y competencia discursiva. Consideramos importante
también los actos de habla como unidad básica de la comunicación, las funciones
del lenguaje como un sistema para la descripción y expresión de los
significados y, por ende, la adquisición de medios lingüísticos que ayuden a la
interacción. En ese sentido, reconocemos el valor de los sistemas lingüísticos
que coadyuvan al valor comunicativo del texto y discurso.
El
cognitivismo implica el estudio de
procesos mentales como sensación, percepción, atención, codificación y memoria,
de acuerdo con Jordan, Carlite y Stack (2008: 36).
Por ello, consideramos importante el aporte del cognitivismo, pues reconoce la habilidad innata que tienen los
seres humanos para adquirir una lengua y cómo, a través de su capacidad
cognitiva, consiguen hablar. Con el dominio de los significados lingüísticos,
afectivos y cognitivos podemos expresar formas de lenguaje y ser creativos con
el uso de la lengua, verdadero instrumento de comunicación. Asimismo,
reconocemos la contribución de la pragmática
y sus estudios sobre el uso de la lengua de acuerdo al contexto, el significado
de las palabras durante los actos de comunicación.
Creemos
en el principio de la interacción, enseñamos la lengua para lograr la
interacción como esencia genuina para la práctica comunicativa. Potenciamos la
interacción y la comunicación que reflejan a través del lenguaje los usos
funcionales y comunicativos. La práctica de diálogos e intercambios de papeles
entre el emisor y receptor se da como consecuencia del desarrollo de habilidades
como hablar, entender, escuchar y leer, que derivan en la comprensión del
mensaje y la fluidez comunicativa. La interacción está relacionada con los
procesos de socialización y si los interlocutores se adaptan al entorno en que
se desarrolla una clase, es porque fluye una relación que permite los contextos
discursivos y socioculturales, los mensajes y la información.
En
la didáctica de lenguas extranjeras el lenguaje es un sistema para la expresión
del significado y sus estructuras reflejan un comportamiento social, usos
comunicativos y funcionales. Promovemos la competencia lingüística que
direcciona al estudiante hacia el dominio de los significados cognitivos,
afectivos, socioculturales y lingüísticos que potencian sus habilidades
comunicativas y creativas para elaborar e interpretar actos de habla y
discursos. Las experiencias sociales y culturales resultan importantes en el
acto de comunicación y coadyuvan a destacar el papel del lenguaje como medio
para comunicar significados.
La metodología comunicativa evoluciona constantemente
gracias al aporte de disciplinas como: la psicolingüística, sociolingüística,
etnografía de la comunicación, el análisis discursivo. A su vez, hay un tácito
apoyo del Nivel Umbral del Consejo de Europa que a través de sus publicaciones
promueve la enseñanza con fines comunicativos; y del MCER (2002:5), que
estimula el desarrollo del plurilingüismo,
en cuanto a que “Los recientes programas del Consejo
de Europa en el ámbito de la lengua se han diseñado con el fin de producir herramientas
que puedan utilizar todas las personas implicadas en la enseñanza de idiomas
para el fomento del plurilingüismo[1]”. Y junto a las herramientas que
han de permitir el aprendizaje de idiomas demandan del estudiante tomar control
de su capacidad intelectual y llevar adelante una actividad consciente, activa
y reflexiva.
4. Principios del Enfoque Comunicativo Interactivo
Si bien los enfoques comunicativos significaron
exitosos cambios en la estrategia de la enseñanza-aprendizaje de idiomas, con
el transcurrir del tiempo y como consecuencia de su utilización mundial
empezaron a surgir cuestionamientos, algunas críticas aisladas, pero también
aportes que permitieron, hasta hoy, confirmar que la metodología comunicativa
sigue vigente.
Hymes, Gumperz, Cardin, Widdowson, Halliday,
Canale y Swain, otros lingüistas y filósofos le han dado forma a la metodología
comunicativa que ahora presenta una variedad de propuestas pedagógicas. Entre
esos modelos está el Enfoque Comunicativo Cultural, el Enfoque Comunicativo
Textual, el Enfoque Comunicativo Funcional, el Enfoque Comunicativo con
Competencia Intercultural, el modelo generado por el alumno, el enfoque
comunicativo a distancia, etc. También han aparecido estrategias apoyadas por
la eclosión de la informática y otros instrumentos tecnológicos de carácter
innovador.
Estas propuestas, al
igual que la idea original, tienen la premisa consensuada de que el aprendiente
debe ser capacitado hacia el desarrollo de una competencia comunicativa. Las
pequeñas diferencias están en el uso de los materiales, la forma de trabajar
dentro del aula, el impulso que se le da a la gramática y las variables
extralingüísticas. También existe una dicotomía entre la utilización o no de la
lengua materna del aprendiz dentro del aula.
El ECI es una propuesta
didáctica que le da un valor agregado al acto comunicativo. Para ese fin, es
importante la intencionalidad de los protagonistas: docente y estudiante, una
profusa interacción oral que sólo será posible en la medida que el estudiante
esté rodeado de un ambiente ameno, impulsado por factores extralingüísticos
como la motivación, la empatía y la aptitud. El estudiante debe entender que la
comunicación no es un producto sino un proceso que conduce al buen discurso.
Por eso, nuestra intención no es olvidar el concepto que inicialmente se
denominó “método comunicativo” ni polemizar con quienes se decantan por obviar
totalmente la estructura gramatical y/o con quienes sostienen que en el aula
solo se debe hablar la lengua objetivo.
Para el ECI, el trabajo con los estudiantes es
un proceso que se da en forma paulatina, un modelo donde el aporte psicológico
tiene un valor agregado. Una conversación preliminar al inicio de la clase a
manera de “calentamiento” ayuda a conocer la predisposición del aprendiz y así
evaluar los materiales didácticos apropiados para promover la producción
lingüística, la comprensión auditiva y producción oral del alumno.
En ese sentido, creemos
que es importante tomar lo mejor de diversas áreas interdisciplinarias y técnicas
metodológicas para conseguir los objetivos. Por ejemplo, consideramos que la
Lingüística Aplicada es un punto de apoyo para resolver inconvenientes entre el
lenguaje y las lenguas; creemos en el aporte del método nocio-funcional al
proponer al estudiante como uno de los protagonistas de la interacción;
pensamos que es necesario fomentar hábitos repetitivos y considerar que la
lengua objetivo se aprende sin dejar de lado el aporte de la lengua materna,
como lo sostiene el método audio-lingual; estamos de acuerdo en promover un
alto nivel de fluidez auditiva, estimular frecuentemente al discente y que el
comprender precede al hablar, tal como lo sostiene el método de la Respuesta
Física Total; estamos de acuerdo con la contribución del Método Natural para
sugerir que el profesor promueva un ambiente lleno de estímulos en el salón de
clases. La esencia del ECI se basa en
los siguientes principios:
a) La lengua es un sistema de comunicación
humano que, consolidada como una unidad de contenido y forma, se convierte en
un instrumento de interacción.
b) El diálogo es una herramienta que permite
exponer las ideas y por lo tanto se le debe alimentar de valores
socioculturales en medio de un aprendizaje consciente y explícito. A través de
un diálogo empático se promueve el intercambio de significados, se aprende a
exponer a través de preguntas y respuestas de los actores principales dentro y
fuera del salón de clases.
c) La competencia comunicativa se consigue a través de contextos discursivos y
socioculturales, procesos de interacción social y creatividad. Fomentando los
sub-componentes: competencia sociolingüística, competencia gramatical,
competencia cultural, competencia discursiva y competencia estratégica podemos
alentar a los estudiantes al uso auténtico, funcional y pragmático de la lengua
con fines significativos. Durante el proceso de enseñanza –aprendizaje es importante
tomar en cuenta los aspectos lingüísticos y de uso, sociales y culturales.
d) Se
cumplen los objetivos si el estudiante domina la lengua meta. Cuando el
estudiante sabe comunicarse es porque ha desarrollado las destrezas
comunicativas: comprensión auditiva, expresión oral, comprensión lectora y la
expresión escrita. El uso de las
destrezas y habilidades que el estudiante exhibe con la lengua importan mucho
más que el conocimiento teórico que se tenga de ella.
e) Con un
trabajo psicológico al inicio de cada clase se puede determinar el tipo de
input que el estudiante está dispuesto a recibir. Conociendo el estado anímico
del aprendiente podemos adoptar las estrategias pedagógicas y los recursos
didácticos convenientes. Es un paso preliminar y esencial para evitar cualquier
intento de aparición de factores extralingüísticos negativos como la ansiedad,
e incluso intentos de inhibirse en procesos de interacción.
f) La
corrección de errores se evita o se ejecuta de manera subrepticia. El corregir
constantemente pone en peligro la limpieza del discurso, promueve la
inseguridad y alimenta la ansiedad del estudiante. El docente debe tener un
elevado nivel de tolerancia. En caso el profesor quiera hacer alguna
observación al discente se recomienda el uso del lenguaje corporal, por
ejemplo, mover la cabeza asintiendo o desaprobando; o haciendo alguna señal con
los ojos. Es importante tomar en cuenta la premisa “de los errores se aprende”
y para los docentes, un error será la señal respecto a la interlengua que va alcanzado el aprendiz, así como el tipo de
información y conocimiento que éste necesita. El ECI considera que los errores se
dan de forma natural como resultado de la evolución de las habilidades y
destrezas comunicativas que el estudiante va consolidando.
g) Los
protagonistas: docente y aprendiente son corresponsables del proceso de
enseñanza-aprendizaje. Se alienta un trabajo cooperativo, ambos personajes
juegan un papel importante. Cada uno debe aportar el 50 por ciento que le corresponde.
El profesor es una fuente de recursos, un motivador de la interacción, un guía
permanente y un estimulador que alienta un papel activo de su estudiante. A su
vez, el discente debe ser consciente que jamás será un receptor pasivo de
conocimientos e información. Debe mantener vigente una premisa: qué hacer con
los datos y conocimientos recibidos, cómo canalizarlos y la voluntad de
impulsar su proceso de aprendizaje.
h) El
proceso de enseñanza-aprendizaje está focalizado en el estudiante, quien tras
mostrar progresos, o en todo caso alcanzar un nivel intermedio, puede sugerir
tanto los contenidos como los materiales, pero el profesor es líder y como
autoridad es quien las define y elabora. Todo ello, dentro de una creciente
empatía de los protagonistas. Un profesor que aporta su 50% en este trabajo
cooperativo tiene el criterio suficiente para aplicar los materiales y
contenidos adecuados.
i) La lengua
materna es permitida cuando el caso lo requiera. Principalmente en el nivel
inicial y algunas explicaciones que ameriten su uso. El ECI mantiene cierta
flexibilidad en aras de una comunicación significativa. La lengua materna tiene
su espacio en el aula. Por eso no es descabellada la idea de usar en ocasiones
la traducción como técnica de enseñanza, pues creemos que es una herramienta
pedagógica con el que se puede obtener cierta “efectividad”. El trabajo
psicológico del profesor permitirá saber cuan necesaria es la lengua materna
para la instrucción del aprendiente.
j) Los
textos reales son más eficaces en el proceso de enseñanza-aprendizaje, en tanto
que las experiencias personales de los aprendientes ayudan en la labor
pedagógica dentro del aula. Muchas veces el aprendiz se siente cómodo cuando
narra sus ocurrencias, vivencias personales y el profesor debe aprovechar esas
circunstancias para construir la empatía que siempre debe reinar en el salón de
clases. Si las personas están dispuestas a narrar sus experiencias personales
es porque sienten confianza con su interlocutor y es así como se propician las
actuaciones culturales. Somos partidarios de la conexión lengua-cultura como
una extraordinaria vía de comunicación de la que jamás debemos prescindir.
k) El ECI aporta
flexibilidad en el trabajo de los docentes, no hay una prohibición irrestricta
para ceñirse de ciertas normas y reglas. Por el contrario, se permite la libre
creatividad de los profesores en el diseño curricular tomando en cuenta las
necesidades específicas y preferencias del estudiante bajo situaciones
comunicativas que ayuden a la interacción.
l) Una clase
divertida y amena es propicia para el desarrollo de las destrezas comunicativas
en el aprendiente, por ello es válida la presencia de factores extralingüísticos
que coadyuvan las buenas relaciones interpersonales. Creemos en la esencia del
factor motivacional, en el estímulo constante que permite mayor receptividad de
los materiales pedagógicos y por cierto, de la metodología comunicativa.
m) La
interacción y la práctica oral (negociación entre el hablante y el oyente)
permiten alcanzar fluidez del sistema lingüístico. Una estrategia de preguntas
y respuestas considerando el contexto cultural y social alientan el desarrollo
de la comunicación. La fluidez del discente es señal de dominio de la lengua y
que está inmerso significativamente en el uso del lenguaje.
n) Cuando el
estudiante va consolidando sus objetivos, la mejor forma de saberlo es el
mensaje que sostiene, el vocabulario y lenguaje que hace gala de forma
cotidiana; y la transmisión eficiente de las formas lingüísticas, de las
estructuras gramaticales. Se sugiere la práctica de actividades de la vida real
que permiten al alumno fluidez, espontaneidad e improvisación.
o) La etapa
de calentamiento o pre-comunicativo que se da al inicio de la clase de idiomas
es, a nuestro entender, valioso, pues de acuerdo con ese proceso, el profesor
incluso podría subordinar su labor. El trabajo del docente de idiomas puede
verse afectada por el comportamiento, los intereses, necesidades y actitudes de
los aprendientes.
p) En el
contexto comunicativo creemos en los beneficios que aportan los mensajes y usos
discursivos de la Sociolingüística. También en el aprovechamiento
teórico-práctico que se haga de los entornos socioculturales y de las
comunidades de habla. En ese sentido, es importante la contribución de la
Etnolingüística, en la medida que nos ayuda a conocer las diferencias
culturales que se dan entre los actores de una clase de idiomas.
Un nuevo enfoque
en los procesos de enseñanza-aprendizaje se ha dado gracias a los aportes de la
Sociolingüística, la Pragmática y la Psicolingüística. Precisamente la
Psicolingüística ayuda a escoger mejores estrategias pedagógicas de acuerdo al
estilo de aprendizaje del discente. Su aporte también es innegable respecto a
la interlengua, y hacernos entender que un error no es algo negativo sino un
factor para reorganizar las acciones didácticas a favor del estudiante.
q) Las
actividades fuera del aula son válidas y oportunas. Interactuar con personas
nativas en la lengua meta, asistir a lugares para pedir, reclamar, responder,
interrogar; ayudan a que el estudiante pierda miedo, adquiera confianza y
fluidez. Refuerzan el valor de los “actos de habla”.
r) En los
estudiantes adultos se toman en cuenta los conocimientos adquiridos para
impulsar el proceso de enseñanza. Aunque el sistema gramatical de los
estudiantes americanos puede generar algunas dificultades, son más las ventajas
que se dan cuando el aprendiente transfiere a la lengua meta el sistema de
significados que ya domina. Vygotsky (2012:131) puntualiza
al respecto que “El éxito en el aprendizaje de una
lengua extranjera es contingente de un cierto grado de madurez en la nativa”.
s) La
gramática es uno de los componentes del lenguaje que ayuda a la consolidación
de los objetivos comunicativos. En la enseñanza de idiomas se debe considerar
la enseñanza explícita o implícita de las reglas gramaticales, de las
estructuras básicas de la lengua extranjera, en la medida que ayudan a
estructurar la competencia comunicativa. En el caso de los estudiantes adultos,
el profesor debe enseñar una gramática didáctica que tome en cuenta los
diferentes contenidos lingüísticos adaptados a los contextos comunicativos, a
las experiencias y necesidades comunicativas de los aprendientes. No podemos
ignorar la gramática, pues es un medio para conseguir los fines comunicativos.
Consideramos que el aprendizaje de una lengua extranjera es un proceso
lingüístico-comunicativo.
t) La
creatividad y la actitud del profesor serán importantes junto a la selección de
los materiales pedagógicos (elaborados con antelación) para promover un
aprendizaje divertido, empático y dinámico. De esta forma estamos asegurando la
posibilidad que el estudiante reciba un buen input, el mismo que podría darse
dentro y fuera del aula.
u) Desde un
punto de vista funcional, se considera el lenguaje como un instrumento de
comunicación social que promueve el conocimiento de los factores descriptivos
de la lengua y el aprendizaje de su uso en circunstancias específicas, en
circunstancias no ensayadas. Hay un interés especial por el lenguaje
comunicativo que pone énfasis en los aspectos funcionales y estructurales del
lenguaje.
v) Para
consolidar el sistema de retroalimentación o feedback, hay que fomentar
la comunicación oral, llevar adelante actividades que promuevan las habilidades
orales y auditivas, acciones que encaminen futuras acciones de dominio y
fluidez del idioma.
w) La lectura es una actividad esencial en la interpretación,
expresión y negociación del significado. Por ello, Savignon (2002:7) considera
que la enseñanza del lenguaje comunicativo “no se ocupa exclusivamente de la
comunicación oral cara a cara. Los principios del lenguaje comunicativo se
aplican igualmente a las actividades de lectura y escritura (…) Los objetivos
de la enseñanza del lenguaje comunicativo dependen de las necesidades del
alumno en un contexto dado”. En el marco de la comunicación, la lectura permite
el incremento de la información sobre algo y por consiguiente nos encamina
hacia el significado.
5. Consideraciones fonéticas y
fonológicas del español
En
la enseñanza del español como 2a lengua hay aspectos fónicos, de
pronunciación y entonación que los estudiantes angloparlantes llevan a cabo por
su semejanza o contraste con su lengua materna. Durante el proceso de
enseñanza-aprendizaje tanto el estudiante como el profesor deben tomarlos en
cuenta. No solo ayuda a conocer y enfrentar posibles falencias que el discente
comete, sino que también sirven para que el profesor pueda adaptar su plan de
trabajo y enfrentarlos, por ejemplo, la forma de pronunciación y el acento del
aprendiz. Si bien la fonética española
es mucho más sencilla comparándola con otras lenguas, es importante que los
nativos de otras lenguas consideren su valía al enfrentar el reto de dominar el
español y así predecir posibles influencias de la L1 a la L2 y viceversa, o en
todo caso evitar interferencias futuras. A ello se refiere Quilis (1985:57-58), al indicar que, en comparación con
el inglés, la lengua española tiene un sistema vocálico bastante sencillo y
simétrico.
No
vamos a realizar un detallado análisis contrastivo del inglés y el español,
pero sí queremos mostrar los sistemas fónicos, las diferencias y semejanzas, a
pesar que ambas lenguas tienen un pasado común (el inglés es una lengua
germánica que en el pasado tuvo un considerable filtro francés y latino; mientras
que el español es una lengua romance como el francés, italiano o portugués).
Muchos científicos e investigadores consideran que el latín y la familia de
lenguas germánicas provienen del protoindoeuropeo
y por lo tanto se concluye que el inglés y el español tienen raíces
indoeuropeas evolucionadas, pues tienen orígenes de los dos grandes idiomas del
mundo clásico: el latín y el griego.
Como
información previa es importante destacar el elemento fonológico que precede a
un mensaje y que muchas veces genera confusión y error de entendimiento. Se
intenta que los discentes reciban todos los conocimientos lingüísticos
posibles, pero hay factores como su lengua materna, la personalidad, edad o la
misma motivación, que varían el dominio de los aspectos fonológicos,
morfológicos, sintácticos y léxico-semántico y por qué no, pragmático de la
lengua objetivo. Las repercusiones, por ejemplo, en el acento extranjero,
implican muchas veces que el hablante nativo exagere la entonación de un
vocablo, olvide la intensidad y tono de los acentos léxicos y gráficos.
Los
hablantes angloparlantes tienen singularidades fonéticas (significante en el
habla) y rítmicas, además de su peculiar acento condicionado por su región de
origen. Flege (1995: 266) dice al respecto que, independientemente
de cómo se establezcan las diferencias y características entre los sonidos de
la L1 y L2, los hablantes nativos no perciben los sonidos de la 2a
lengua exactamente de la misma forma como lo hacen los hablantes nativos
monolingües de la lengua objetivo (…) las fallas discriminatorias en la
adquisición de una segunda lengua no tienen una base auditiva”.
Flege
desarrolló en 1995 su denominado “SpeechLearningModel” o modelo del
aprendizaje del habla que postula tres tipos de sonidos: nuevo, similar y de
equivalencia. Para Flage, los sonidos similares desafían al hablante de una 2a
lengua porque se aproximan mucho, pero no son idénticos a una categoría cercana
de la lengua materna. Respecto a la equivalencia, los hablantes de una segunda
lengua perciben un sonido de la L2 como una instancia de una categoría de su
L1, bloqueando la formación de una categoría fonética y que deviene en la
comprensión no similar del sonido de la lengua meta. Cuanto más desarrollado se
encuentra el sistema fónico de su lengua materna, el hablante nativo tendrá
mayores interferencias al intentar dominar una 2a lengua.
5.1. Visión
contrastiva del español y el inglés
A
nivel fonológico (estudio del significante en la lengua), el estudiante
angloparlante muestra ciertas diferencias entre el español y el inglés al
momento de llevar adelante una producción o la percepción del habla no es la
suya, a lo que se refiere Blanco Canales (2016: 1),
al explicar que
dado
que percepción y producción son operaciones que ejercen presiones opuestas, se
entiende que, en la producción, el aparato fono-articulatorio busca siempre
realizar el menor esfuerzo en la emisión de los sonidos, la mayor relajación,
la aproximación articulatoria. Por otro lado, las tareas de percepción se
facilitan cuando mayor distancia hay entre los elementos, por lo que se tiende
a la máxima discriminabilidad. Este enfrentamiento es el responsable de la
tendencia natural de las lenguas a eliminar los sonidos menos rentables y
quedarse solo con los pocos fáciles de producir y de diferenciar.
En
el nivel fonológico es donde podemos notar una mayor interferencia de la L1
sobre la lengua objetivo debido a una cantidad de sonidos propios del inglés, y
a su vez, aspectos fónicos complicados del español para los angloparlantes como
las oposiciones de las letras r, d; el diptongo/vocal, diferenciar las palabras
de acuerdo a la sílaba tónica, así como identificar el sistema entonativo
(enunciación, interrogación y énfasis). Y algo desconocido para los hablantes
de inglés: la ñ de baño y la j de jirafa.
Muchos
investigadores afirman que la pronunciación no precisa de los angloparlantes se
debe a que perciben los sonidos o las representaciones fonológicas del español
según el sistema que ellos han aprendido de su lengua materna, el inglés. En
otras palabras, tienen una errónea interpretación fonológica, adolecen de una
precisión perceptiva, como señala Listerri (2003: 95) al
explicar que
en los planteamientos contrastivos, los errores de
pronunciación en una L2 se derivarán de los elementos de la L2 inexistentes en
la L1 (por ejemplo [r] en el caso de un anglófono que aprenda español). Existe,
sin embargo, otro tipo de error producido por los elementos de la L1 que no se
dan en la L2, pero que el alumno interpreta como similares a otros que forman
parte de su L1 (este sería el caso de [h] en inglés y [x] en español). En esta
situación, puede predecirse que el estudiante tenderá a interpretar los sonidos
de la segunda lengua en función de los de la primera, asimilando, por ejemplo
[x] española a [h] inglesa
A
propósito de la percepción, muchos autores consideran que es una auténtica guía
para la producción, y aunque no garantiza, si colabora con una mejor
pronunciación (fonética articulatoria), ayuda a evitar imprecisiones y que los
hábitos articulatorios adquiridos a lo largo de su vida tengan menos
influencia. Romanelli, Menegotto y Smyth (2015: 81)
sostienen que los alumnos angloparlantes de español presentan efectos de
“sordera” acentual antes de someterse a un programa de inmersión de español,
pero que después de ese entrenamiento se evidencia un “efecto
altamente significativo, tanto en la percepción del acento en palabras reales
como en la producción del acento en lectura de texto y lectura de palabras”.
La
fonética y la fonología contribuyen a mejorar la pronunciación, a desarrollar
en el estudiante una fonética auditiva y articulatoria que le permite escuchar
y percibir fonemas en el habla y los fonemas en la lengua (elementos que
determinan el acto de habla en la exposición fónica). Quilis
Morales y Fernández (1982:7) ponen de manifiesto, como se ve en el gráfico
62, la relación estrecha entre fonología y fonética y la correspondencia entre
fonología-lengua y fonética-habla.
Lengua
|
fonología
|
fonemas
|
Habla
|
fonética
|
sonidos
|
Cuadro 6. Las consideraciones de Quilis
Morales y Fernández respecto a la fonología y la fonética
Algunos
aspectos relativos a los niveles fonéticos y fonológicos del inglés y el
español que debemos considerar son:
a) El hablante angloparlante
transfiere las correspondencias fonológicas-gráficas de su idioma original y
promueve errores de pronunciación en alguna grafía (signo gráfico que
representa un sonido o una palabra en la escritura) semejante o diferente de su
lengua nativa. Por ejemplo, en los grafemas “z”, “h”, “r’, “d”, “c”, “ll”, “h”,
“ch”, “l”. La pronunciación de los sonidos “r’ y “l”; “j” y “g” (faja y coger). La “ll” y la “l” (lama
por llama). La “d” y la “t” son fonemas equivalentes y aunque son similares, no
son idénticos. La “d” inglesa es alveolar, mientras que la “d” española es
labio-dental. La “t” inglesa es alveolar, y la “t” española es dental.
b) Con relación al idioma inglés, el
sistema vocálico del español es mucho más sencillo, estable y “llevadero”, como
afirman algunas colegas colombianas. Las cinco vocales en español son definidas
y su pronunciación no cambia. Y las cinco vocales ortográficas del inglés se
convierten en 12 fonemas vocálicos. La vocal inglesa es una sílaba tónica que
muchas veces se alarga y está sistemáticamente acompañada por reducciones
vocálicas en una o más de las sílabas adyacentes, como señalan Romanelli y
Menegotto (2015:31), siguiendo a Tyler y Cutler (2009).
Por ejemplo, (30) la vocal /a/ en inglés tiene sonidos diferentes de acuerdo a
la consonante o vocal que esté a su lado (arrive,
ball, many, peace, armaments, weaponry, regard, phrasing). Las pronunciaciones
variadas de la /a/ provocan erradas transferencias en el estudiante de español
al momento de emitir mensajes orales. La letra /o/ también tiene sonidos
diferentes como book, cook, two, hot,
floor y al igual que la /a/, también ocasiona transferencias negativas.
Al
empezar una clase con estudiantes de español, especialmente del nivel inicial,
se les instruye la forma de pronunciar las vocales y además damos ejemplos de
cómo ellos la pronuncian en su lengua materna. La /a/ es similar a la vocal de car,
spanish, available, accord, apple. La /e/ se pronuncia como bed,
rest, lend, progress. La
/i/ es similar cuando ellos pronuncian sleep, cheese, peace, improve. La /o/ igual que door,
promote, foster, floor. La
vocal /u/ se pronuncia como furniture,
moon, round, route, rude. Parte de la solución de futuros inconvenientes
son hacer las observaciones con sensatez y sensibilidad, utilizar la pausa y
asumir los desafíos con paciencia. Por ello, Giovannini
y Martín Peris (2000:89) piden a los profesores corregir y repetir las
palabras mal pronunciadas de una forma correcta.
c) Los angloparlantes abren poco la
cavidad bucal cuando expresan enunciados y por ello tienen inconvenientes para
pronunciar sonidos del español que demandan articulaciones más abiertas.
c) Muchas veces los angloparlantes
disminuyen o elevan el tono de las sílabas acentuadas y alargan algunas
vocales. En muchos casos ocurre a pesar de haber recibido la información
pertinente sobre la importancia del acento
d) La grafía “h” en español carece
de algún sonido, es muda, pero los estudiantes de habla inglesa la pronuncian
como lo hacen con su idioma nativo: jótel(hotel),
álcojol (alcohol), jáus (house), jóld(hold). Se les instruye que deben pronunciar como ellos lo
hacen con los vocablos honest u honor de
su lengua natural.
e) Los fonemas p, t, k. Los
estudiantes estadounidenses pronuncian los fonemas /p/t/k/ como un sonido
oclusivo bilabial sordo aspirado. Hay pequeño matiz en la /t/. En el español la
/p/ se pronuncia sin aspiración. Por igual los fonemas /t/k/. Es importante
hacer notar al estudiante que la /t/ es un sonido dental en el español, y
alveolar en el inglés. La /t/inicial con aspiración tiene mayor dificultad para
el discente de habla inglesa cuando va seguida de la r: tr
f) La letra “r” del inglés
estadounidense tiene un sonido retroflejo articulado en la zona alveolar que no
requiere de un contacto entre la lengua y la parte alta de la boca. El fonema
‘rr” es lateral con vibrante múltiple y su sonido es inexistente en el inglés.
Para los discentes angloparlantes resulta un gran inconveniente pronunciar
estas letras al momento de hablar español. Se pronuncian de un solo golpe con
la punta de la lengua en los alveolos, con una vibración de la lengua.
Instruimos a los discentes que deben pronuncia la “r” en español como ellos
pronuncian: read, arrive, reaching,
arms.
g) Hay fonemas del inglés y español
que son equivalentes, pero no tienen idéntico rasgo fonológico. Por ejemplo,
las letras /d/t/ españolas son
labio-dentales, en tanto que las inglesas son alveolares. El sonido /c/ es palatal y la letra /v/ representa un sonido bilabial.
h) Hay repetidas falencias al
pronunciar la /ll/ inexistente en el inglés. Se hace más evidente cuando el
discente anglófono pronuncia alguna palabra precedida de la /i/ como vía por villa.
i) Cuando los angloparlantes hablan
español como segunda lengua olvidan de la pronunciación de las palabras
bisilábicas y cometen errores. En el inglés, las palabras de dos sílabas tienen
la particularidad de tener el acento prosódico en la primera sílaba (read,
point, issue, affair, out). En el caso del idioma español
en las palabras bisilábicas se acentúan en la última sílaba, y penúltima si
tiene más de dos sílabas (aorta, menear, sortear, situaciones, posición, aire). Del mismo
modo, Serradilla (1999: 657) afirma que los
anglófonos ofrecen falencias al leer textos porque desconocen la clasificación
de las palabras españolas según la posición del acento y por lo tanto, no saben
dónde poner la mayor energía articulatoria.
5.2. Estrategias de aprendizaje
Hay varias estrategias que se
utilizan para mejorar hábitos correctos de pronunciación, entre las que podemos
mencionar las siguientes:
1. Para minimizar las categorías
fonéticas formadas por el discente cuando adquirió su L1 se debe organizar
procedimientos de memorización, audición y repetición de sonidos fonéticos de
la 2ª lengua. En el caso de las vocales, Serradilla (1999:658) recomienda “corregir la tendencia a la diptongación y la tendencia de no
pronunciar dos elementos de un diptongo”. Por ejemplo, Serradilla sugiere
comparar palabras que sólo se diferencian por la presencia de un diptongo:
paisaje-pasaje, balar-bailar, pena-peina; y solicitar al estudiante que elabore
frases utilizando esas palabras y hacer notar la diferencia de significado y
que, en español, lo que se escribe se pronuncia (con excepción de la “h”) Hay
combinaciones que los estudiantes muestran dificultades y se necesita
superarlas. Por ejemplo: [ui] en “conseguir”, [ue]
en querer.
2. La práctica reiterada de los
sonidos nuevos o similares, especialmente si se dan en laboratorios de idiomas
donde el estudiante puede utilizar una computadora para hablar, grabar y
repetir sus propias producciones. Hay programas que permiten escuchar y
comparar; percibir y corregir los errores fonéticos. Es mucho más importante
repetir palabras con un rápido feedback.
3. Lectura de textos en voz alta,
imitando la pronunciación que ofrecen los presentadores de noticias en la radio
y televisión. Respetando las pausas que nos sugieren los signos de puntuación y
una buena entonación y vocalización, se puede ayudar a mejorar los aspectos
fonéticos.
4. Considerar la interacción como un
buen ejercicio para escuchar y emitir mensajes, observar la interlengua del
alumno y ejecutar acciones de corrección fonética, de audición y repetición; de
preguntas y respuestas contrastivas, de impulsar la fonética contrastiva.
5. Llevar adelante correcciones
fonéticas para reducir al mínimo los mecanismos de interferencia y propulsar la
eficacia de la comunicación. Que el estudiante adquiera una competencia fónica
considerando que el discurso oral está compuesto de “bloques fónicos”.
BartoliRigol (2005:5), siguiendo a Cantero (2003), afirma que, gracias a la
organización de los sonidos en el habla, el hablante puede producir discursos
fluidos y con sentido, y el oyente puede segmentar y comprender esos
discursos.
6. Repetir con eficacia ejercicios
que acostumbren a nuestra lengua a cierta vibración, prepararlos para pronunciar
la /r/ que constituye su mayor dificultad. Por ejemplo, imitar el sonido de un
carro en movimiento, de una motocicleta, de una ráfaga de metralleta. En los
estudiantes adultos es conocido que pierden biológicamente cierta plasticidad
del organismo en algunas habilidades motoras y Baralo (1999:26) sostiene que
los alumnos que aprenden una lengua nueva tienen un acento mucho más marcado.
Un enunciado que los discentes practican por partes y que coronan con éxito es:
Roberto, Roberto, corre, corre por la carretera que ahí viene el ferrocarril.
7. Ver cortometrajes, escuchar la
música para diferenciar los acentos, la entonación de los cantantes. De acuerdo
al ritmo musical de su preferencia, se entrega al estudiante la lírica para que
oiga y cante. Para Giovannini (2000:75), la enseñanza de la pronunciación tiene
mejores resultados cuando se entrega a los estudiantes estrategias y pistas de
cómo se percibe y produce un mensaje oral. Y, según Baralo (1999:28), hay una
percepción mucho más amplia de la lengua cuando los estudiantes tienen la
posibilidad de hablar y escuchar a los nativos en la lengua meta.
8. Cumplir ejercicios de
pronunciación mordiendo un lapicero con los dientes. Muchos discentes han
mejorado su pronunciación con esta fórmula. Sugerimos se haga frente a un
espejo.
9.
La interacción, las frecuentes prácticas de conversación, permiten que los
estudiantes mejoren su pronunciación, tengan mayor precisión de los sonidos.
Estas actividades alientan los procesos de memorización, audición y repetición,
e influyen en la percepción de los sonidos cuando se cumple la producción. A
todo ello Llisterri (2003:101) añade que “no
debemos olvidarnos que el objetivo de la producción oral es la comunicación, y
parece evidente que para comprender a nuestro interlocutor no nos fijamos excesivamente
en la posición de su lengua o su mandíbula, sino en el resultado sonoro de los
movimientos de sus articuladores”. Si los idiomas se aprenden para usarlos,es a través de la
interacción y la negociación del significado que vamos a confirmar la producción
oral que tenemos, cuánto podemos entender y cuánto podemos dejarnos entender.
6. El papel
del profesor y el estudiante
Para el éxito del proceso en que se
involucran profesor y estudiante debehaber un primer ambiente empático y
caracterizado por la aptitud del estudiante y el liderazgo del docente para
hacer un trabajo en equipo, cooperativo e íntegro. Según Savignon (2002:7), el
principio básico en el proceso de enseñanza-aprendizaje de una 2a
lengua es una “orientación hacia la participación
colectiva, hacia un proceso de uso y descubrimiento que se da mediante la
cooperación entre los alumnos, así como entre los alumnos y su profesor”. En una clase comunicativa tanto el
profesor como el estudiante deben entregar equitativamente el 50% de su
esfuerzo y compromiso. El profesor es el guía y asesor que comparte sus
destrezas comunicativas. Con respecto a los alumnos, Savignon (2002:5)
puntualiza que el estudiante debe mostrar actitud, pero, al mismo tiempo,
pensamos que debe estar convencido de las habilidades y destrezas que posee. De
esta manera estará alisto para para cumplir un trabajo consciente y
participativo.
Con sus conocimientos y preparación pedagógica
el profesor es una especie de nexo para concatenar los vínculos que pueda tener
la lengua meta y la lengua materna del aprendiente. Siempre está dispuesto a
ser el punto de apoyo, el facilitador del aprendizaje, el consejero oportuno,
el que se prepara con antelación, muestra una sonrisa frente al estudiante y
con trabajo psicólogo analizar el estado de ánimo y la aptitud del estudiante.
El
profesor ha de ser flexible y experimental con la enseñanza, debe estar
premunido de audios, textos amenos, videos y una gama de recursos que utilizará
en forma coherente de acuerdo al nivel que van alcanzando los alumnos. En este
sentido, Savignon (2002:3) afirma que los “maestros
tienen la oportunidad de seleccionar y desarrollar sus propios materiales, y de
ese modo proporcionar a sus discentes una variedad de actividades”. En una clase comunicativa el
profesor habla y explica lo que corresponde, alienta la fluidez conversacional
y permite que el estudiante se involucre de manera efectiva en el diálogo.
Ambos protagonistas son conscientes que la lengua es una herramienta de comunicación
y que el contenido del mensaje es relevante. Hay un entendimiento respecto a
cualquier proceso de enseñanza-aprendizaje, el que debe ser significativo y
funcional. El profesor ha de ser empático y debe estimular al estudiante
haciéndole copartícipe, escuchando y dialogando sobre sus ideas y apreciaciones
personales. Así conseguirá “integrar el idioma extranjero con su
propia personalidad y se sienta emocionalmente mejor”, como afirma Littlewood
(1981:94).
El profesor debe definir su
estrategia y estar convencido que el fin de su trabajo pedagógico será lograr
la competencia comunicativa de sus estudiantes. Para ello, requiere involucrar
al estudiante en la práctica de las habilidades comunicativas, mejorar su
competencia lingüística a partir de los conocimientos previos que ya posee. En
pos de esos objetivos hay que establecer dinámicas usando las actividades
comunicativas, afianzar o mejorar los aspectos léxicos, fonéticos, semánticos y
socioculturales del estudiante. Así estaremos allanando el camino para que
pueda interactuar en contextos reales.
La labor
docente tendrá éxito si los conocimientos se imparten en un ambiente de
motivación, empatía, confianza y desarrollo de las relaciones interpersonales.
En su propuesta metodológica el profesor no tendrá inconvenientes en adaptar
sus materiales de acuerdo a las necesidades e intereses del estudiante,
buscando que éste mantenga una actitud cohesionada a su dinámica metodológica.
Este ambiente tendrá un grado superlativo con música de fondo (clásica, instrumental)
y decoración del aula con fotografías y textos apropiados a la lengua meta. En
una clase comunicativa el docente ha de tener en cuenta los factores
psicológicos, el contexto socio-cultural y tomar ventaja de los conocimientos
del estudiante, especialmente de los idiomas que ya domina. Por eso, Savignon
(2002:5) señala que los maestros que conocen la esencia de su labor “usan estrategias para interpretar, expresar y negociar el
significado, que son importantes para el desarrollo de la competencia
comunicativa”.
¿Qué va a enseñar y cómo lo va a enseñar?
Son las interrogantes que todo docente debe hacerse. Todo profesor quiere que
sus estudiantes logren el dominio de las destrezas comunicativas, que mejore su
uso expresivo, pero ese deseo será realidad si lleva adelante clases
magistrales, acciones donde las buenas intenciones vayan de la mano con sólidas
actividades dentro y fuera del aula. El docente debe tener argumentos y
habilidades para aplicar los procedimientos y técnicas que se requieran en el
aula. Nunca será un simple facilitador de conocimientos. Sugerimos al profesor
promover una la enseñanza comunicativa, llevar adelante una educación
lingüística competente y liderar un proceso caracterizado por ser instructivo y
funcional, cuyos resultados trasciendan más allá de las aulas. Por eso, el
docente debe también inculcar a su estudiante información inherente al modo de
ser y actuar de la comunidad con la que va a interactuar. A través del ECI
somos conscientes del proceso que implica alcanzar el dominio de una lengua,
así como la enseñanza del sentir y pensar de las personas que hablan la lengua
objetivo.
El
profesor de idiomas comprometido con el ECI obvia ciertos aspectos de la
enseñanza tradicional y relaciona la teoría con la práctica, crea condiciones
para un aprendizaje cooperativo y sociabiliza los temas tratados en el salón de
clases. Dentro del aula evita la ubicación de las carpetas estudiantiles una
detrás de otra, y forma círculos o pequeños grupos donde se pueda interactuar
con mayor espacio y movimiento. Durante las conversaciones el profesor evita
ser el orador principal y permite un diálogo fluido, cede la palabra y escucha
a sus estudiantes para luego participar como el buen consejero y mejor líder.
Dentro
de un proceso de enseñanza-aprendizaje, muchas veces las necesidades de los
estudiantes adultos difieren del estilo teórico que pretenden influenciar los
instructores e incluso ciertos académicos. Por ello, el docente debe considerar
cuatro puntos importantes: el contexto social de los estudiantes, los factores
psicológicos que observamos en ellos (costumbres, estilo de aprendizaje,
habilidades, destrezas, dominio expresivo), la experiencia previa que tienen
con idiomas, y los aspectos culturales que puedan incidir en su conducta
lingüística.
Cuando
el docente ha investigado y analizado los puntos arriba mencionados, el paso
siguiente es la presentación de sus recursos pedagógicos. Hay que alimentar la
producción del discurso del estudiante, repetir las estructuras, sonidos y
expresiones cuando sean necesarias; y considerar la interacción como impulsor
de la competencia comunicativa. Por esta razón, Lomas y Osoro (1993:17-28)
sostienen que “el dominio expresivo y comprensivo
de los mecanismos verbales y no verbales de comunicación, y su representación,
son la base de toda interacción”.
En
una clase comunicativa el profesor es un guía excelso del proceso de
comunicación, un organizador de recursos, un analista de necesidades, un
estimulador que impulsa para que los estudiantes experimenten, reflexionen,
asuman decisiones y vayan adquiriendo confianza y seguridad. Así. ellos mismos
van a poder determinar y resolver inconvenientes, llámese “errores”. Y respecto a los “errores”, consideramos que
son faltas o incorrecciones de una norma que ejecutan los estudiantes durante
su producción oral o escrita. En la enseñanza de idiomas como segunda lengua,
muchas veces esos “errores” son del orden lingüístico, pragmático o cultural, y
el docente deberá tener mucho criterio y tolerancia para corregirlos evitando
alterar o interrumpir el mensaje comunicativo. De los errores se aprende y, por
lo tanto, un error es un factor activo que siempre aparece, que muchas veces
interfiere y genera hábitos no correctos, pero que también es una especie de termómetro
para que el docente determine qué hacer y cómo encaminar su labor.
La
actitud del profesor es importante para corregir con sensatez, por ello es
mejor alejar esa concepción negativa con respecto al error. Llamémosle mejor inconveniente y ayudemos al aprendiente
a enfrentar ese “inconveniente” sin traumas ni complejos, como parte del proceso
de afianzamiento de su interlengua. No tenemos por qué corregir todo, evitemos
que los estudiantes convivan con la inseguridad y la ansiedad. Savignon (2002:6)
sostiene que “la tarea del profesor es comprender
los muchos factores involucrados y responder a ellos de manera creativa”.
Cuando los protagonistas tienen empatía, algún
gesto del profesor (con los ojos, moviendo la cabeza, escribiendo la palabra u
oración correcta en la pizarra o alguna expresión facial) serán mucho mejor que
interrumpir oralmente o actuar con actitud amenazadora. Otra forma de accionar
es tomar nota de los “inconvenientes” (gráfico 3) y al final de la clase
analizarlos con el aprendiente, aconsejarlo y algunas veces efectuar ejercicios
de repetición de ciertos enunciados. ¿Sería mejor decir, expresar…? ¿Qué le
parece…? Considero… ¿qué usted piensa?, son algunas de los enunciados que
pueden plantearse.
“Mi profesor actuó como un verdadero consejero
y ahora no tengo miedo para hablar. Lo que deseo es entender y que me entiendan”,
dijo un estudiante durante una charla educativa. A ese mismo aprendiente, al
que llamaremos Antonio, le escribimos muchas veces en un papel sus errores y luego,
después de su intervención los escribimos y mostramos en la pizarra. Todos esos
“inconvenientes” fueron analizados al final de la clase. Al día siguiente,
durante la etapa de “pre-calentamiento”, utilizamos y repetimos aquellos
vocablos u oraciones incorrectas, y así el discente paulatinamente fue
mejorando sus puntos débiles. Otro detalle fue no corregirle en forma
simultánea durante su discurso. Alguna señal con los ojos fue suficiente.
Recurriendo
a su experiencia y autoridad el docente es el guía, consejero, el que tiene la
manija para orientar y conducir mejor el proceso de enseñanza-aprendizaje. Lomas (2004:4-5) resume que la labor del docente es
compleja y que en el contexto del enfoque comunicativo no basta para el
profesor tener una cierta formación lingüística (casi siempre de orientación
estructuralista y generativista) sino que hay que utilizar otros saberes
lingüísticos (pragmática, lingüística del texto, semiótica…). Hay que actuar
como mediador e intervenir con estrategias concretas de ayuda pedagógica. La
labor del docente es relevante.
Un
punto importante para el docente es llevar el proceso de enseñanza –aprendizaje
paso a paso, auscultando el estilo de trabajo del discente y considerando –en
el caso de aquellos principiantes- que se inician en el aprendizaje de un nuevo
idioma. Como afirma Allwright (1976:8) hay que “permitir
que los alumnos trabajen a su propio ritmo” y adoptar estrategias para
convertirlo en un usuario eficaz del lenguaje.
Respecto
al estudiante, él es uno de los protagonistas en el proceso de formación. Sus
intereses personales y laborales se convierten en verdaderas motivaciones que
el profesor debe aprovechar. En sintonía con Savignon (2002:7), la esencia de
la enseñanza comunicativa es la participación de los estudiantes para que
puedan desarrollar su competencia comunicativa. Teniendo en cuenta que los
estudiantes, segúnCandlin (1990:35), difieren entre
sí en muchos aspectos entre los cuales podemos citar su inteligencia y su
habilidad para aprender una lengua, así como sus intereses y necesidades,
planteamos algunas sugerencias a los discentes:
a) aceptar que está inmerso en un
proceso de aprendizaje cooperativo y le corresponde entregar su 50 % de
esfuerzo y compromiso. Si es consciente de esa obligación siempre va a tener
una buena actitud y estará dispuesto a consolidar el factor extralingüístico
que todo profesor necesita trabajar: la motivación.
b) Utilizar sus conocimientos previos y
el dominio de otros idiomas para establecer paralelos lingüísticos, psicolingüísticos
y sociolingüísticos. Casi la totalidad de los estudiantes adultos americanos
son profesionales egresados de una universidad y es importante aquilatar esa
ventaja con empatía y compromiso. Se trata de viabilizar sus conocimientos y
aspectos comunicativos.
c) Involucrarse en el proceso
comunicativo con aptitud, asumiendo una sensibilidad gramatical, mostrando
actitud para percibir y memorizar sonidos; así como comprender que puede
desarrollar la competencia comunicativa en la lengua meta si se compenetra con
el trabajo del profesor. En el aula, el discente trabaja el material
lingüístico y emite mensajes y significados sin descuidar la forma gramatical.
En casa hace las tareas y cumple con las sugerencias pedagógicas de su
profesor.
d) Aprovechar sus habilidades y
destrezas para impulsar y acelerar la tarea de aprendizaje. Como protagonista
del proceso, es un sujeto social que interactúa, que no es un pasivo receptor
de conocimientos; al contrario, acepta los retos y participa con una labor
constructiva. Siempre contribuye con la parte que le corresponde. Por eso,
Candlin (1990:35) dice que “los aprendientes consiguen mejores
resultados cuando son conscientes de lo que tienen que lograr”.
e) Monitorear y evaluar su propio
progreso con responsabilidad. Cuando llega a casa se toma un tiempo para
recordar lo que hizo en el aula y revisa su input. Analiza las palabras nuevas,
elabora tarjetas (flash card).
Consolida su estilo de aprendizaje y desarrolla estrategias tomando ventaja de
sus habilidades y destrezas. Siempre lee en voz alta frente al espejo para
mejorar su pronunciación y vocalización. Toma nota de sus dudas para
consultarlas con el profesor al día siguiente.
f) Practicar y practicar es la fórmula
que lo lleva al éxito. Savignon (2002:6) pide que los alumnos “experimenten con los roles que desempeñan o que pueden ser
llamados a usar en la vida real”. Por eso el estudiante debe alejar sus miedos y acudir a
lugares donde pueda interactuar en contexto real. Ir a los restaurantes y
lugares donde pueda practicar con personas nativas. Así adquiere confianza para
intercambiar significados, para saludar, pedir, comprar, solicitar información,
etc. Aun así, “Mucha gente no progresa si no abre
la boca”,
dice Michael Geisler[2],
durante una entrevista en la que también añadió que “cuanto
más nos sumergimos en el proceso es mejor: leyendo, escuchando audios, hablando
con la gente, más rápido vamos a progresar”.
g) Orientar sus estrategias de
aprendizaje para monitorear sus propios objetivos, tener suficiente comprensión
del lenguaje para negociar el significado y fomentar su producción. A este
respecto, Swain (1985:20) pide que los estudiantes no solo se limiten a aprender
cómo se transmite o solicita información, sino que también han de aprender las
palabras y expresiones que se usan para referirse a las cosas del mundo, acerca
de las que quieren hablar, pedir o solicitar”.
h) Revisar en casa su libro de texto Perú Spanish. Hacer la tarea y analizar
la actividad futura que aparece en el libro y que trabajará con su profesor en
la clase siguiente. Usando un mínimo de quince minutos puede refrescar los
conocimientos adquiridos.
i) Considerar que usando el lenguaje
puede crear interacción y que fomentando las funciones de interacción
conseguirá muchas cosas como expresar funciones comunicativas, significados
personales; aprender y descubrir el mundo que está detrás de la lengua objetivo.
Es decir, convertirse en un comunicador competente.
7.
La enseñanza comunicativa en una sesión de inmersión
A través del ECI se establece un
trabajo cooperativo entre el estudiante y su profesor, y esto nos hace sentir
como una prioridad el desarrollo de actividades que nos direccionen hacia una
competencia comunicativa, sin eliminar el aporte de técnicas y estrategias de
otros métodos pedagógicos, los que acogemos y optimizamos de manera ecléctica.
En la intención de lograr que los
discentes dominen la segunda lengua, en este caso el español, recurrimos a lo
mejor de otros métodos y readaptamos sus aproximaciones metodológicas. Todo
vale en una clase de inmersión de cinco a seis horas diarias donde debe
prevalecer la interacción, las explicaciones inductivas o deductivas de acuerdo
con la actitud y laasimilación de los nuevos conocimientos, llegando incluso a
utilizar, siempre que fuera necesario, la lengua nativa de los alumnos
americanos, el inglés.
Para graficar cómo es una clase de
inmersión bajo los lineamientos del ECI, vamos a exponer todo lo actuado
durante una clase de cinco horas con una estudiante que después de 280 horas no
había logrado aún un nivel A-2 del MCER.
Primera hora. Empezamos con el habitual “precalentamiento” y así conocer
el estado de ánimo y actitud de la estudiante. Las preguntas fueron sobre su
entorno personal, sus actividades y aficiones. A pesar que sonreía y era
atenta, no convencía su actuación, daba muestras del porqué no había alcanzado
el nivel A-2. Sus respuestas eran escuetas e incluso respondía en inglés.
Llegamos a conocer que tenía gatos como mascotas. Después de casi media hora
vimos un video cómico.
Cuando fue interrogada sobre el
video, volvió a repetir su actuación anterior. Breve, muy breve su
participación, tal como lo anticiparon otros profesores que trabajaron con
ella. Después de 50 minutos le dimos un descanso de 10 minutos y empezamos a
buscar el material apropiado.
Segunda hora. – Al saber que la discente iba a
trabajar en México, leímos juntos y en voz alta un pequeño artículo, y luego
interactuamos para conocer su grado de entendimiento de la noticia.
Un tráiler sin frenos arrolló a seis vehículos en la carretera que
va de Cuautla a Amecameca. En
el lugar, cinco personas perdieron la vida y por lo menos 12 resultaron
heridas, según reportes preliminares.
El
accidente se registró alrededor de las 13:30 horas en el kilómetro 88 de esta
vía, a la altura del municipio de Atlatlahucan, donde seis autos compactos
fueron literalmente prensados por el pesado camión.
Rescatistas
y personas que transitaban por la zona auxiliaron a los heridos, los que fueron
trasladados a diversos hospitales cercanos.
Su participación fue mejor. Algunos
consejos y algunas muestras de empatía la ayudaron a involucrarse un poco más.
Con pequeños errores gramaticales podía conjugar el pretérito, imperfecto y el
pasado perfecto. Así leímos otras 3 noticias cortas y escuchamos un audio sobre
la cáscara de té (a la estudiante le encantaba el té, tomaba de 3 a 4 tazas
diarias),
que contiene menos cafeína, pero cuesta seis veces más que la hoja de té.
Tercera hora. – Hubo una explicación inductiva sobre los verbos
reflexivos. Sus errores frecuentes nos llevaron a repetir esta parte de la
gramática. Para reforzar esos conocimientos leímos un texto del libro Perú Spanish, donde una persona usa los
verbos reflexivos cuando visita a un doctor y explica los síntomas que tiene, y
cómo pasó la noche como consecuencia de un proceso gripal. Hubo mayor
interacción. Primero leímos un párrafo cada uno. Luego le preguntamos si entendía
todas las palabras y así le dimos información sobre cinco vocablos nuevos. A
continuación, le pedimos que volviera a leer el texto en silencio.
Seguidamente, hubo una cantidad de
preguntas para conocer su grado de comprensión. Ella tuvo mejor actuación, pero
aún no estábamos convencidos. Le dijimos que hiciera el papel de profesora y
nos preguntara sobre el texto leído. Lo hizo mucho mejor y a manera de
compensación fuimos a tomar un té. En la última parte de la tarea le pedimos
que en dos minutos resumiera el texto leído. Estuvo nerviosa y nosotros dimos
el ejemplo, resumimos el texto. Luego le aconsejamos que para resumir un texto
había que responder a cinco preguntas esenciales: ¿Qué paso? ¿Cómo pasó?,
¿Dónde pasó, ¿Por qué pasó? y ¿Quién o quienes protagonizan el texto? Después
de mi resumen y la explicación pertinente, ella respondió con mayor aplomo,
hizo lo sugerido utilizando unos cincuenta segundos para un discurso
aprobatorio, pero seguía sin convencernos.
Cuarta hora. - Leímos noticias
en inglés y luego le hicimos preguntas en español. Las noticias fueron
encontradas en el portal del Washington
Post, las que transcribimos a una página word de acuerdo a nuestros
intereses pedagógicos. Utilizamos dos a tres párrafos, los de mayor interés
para estimular el diálogo. Sus respuestas en español fueron más convincentes.
Así supimos que tenía mayor predisposición al leer textos en su idioma natural,
como la lectura de esta noticia que habla del costo excesivo de los
medicamentos para combatir el cáncer (en los últimos cinco años se ha
duplicado su costo). Hicimos preguntas acerca del cáncer y ella nos reveló
que su prima tenía cáncer, que era verdad el excesivo precio de los
medicamentos. Hubo una buena conversación, hablamos de los diferentes tipos de
cáncer en los hombres y mujeres, del sufrimientode las personas cuando adolecen
de este mal.
Cancer drug
spending doubled in last 5 years, report says(ejemplo)
Spending on cancer drugs has doubled over the past
five years, and little wonder: Every new cancer drug brought to market last
year cost $100,000 or more, according to a new report.
The average cost of a new drug released in 2017 was $150,000,
according to the report from The IQVIA Institute for Human Data Science,
formerly IMS Health and Quintiles.
Quinta hora. -
Durante los minutos de descanso conseguimos recolectar muchos titulares
de noticias que compartimos con la alumna en la última hora. Dio muestras de
entendimiento y lo importante es que ella usó la imaginación para sostener
diálogos e interactuar. Pasamos buenos momentos y conocimos así sus
preferencias, que no podíamos abandonar el uso del inglés, que no le gustaban
los textos largos, que había que reforzar algunos conocimientos gramaticales y
que con estimulación y empatía había la posibilidad de mejorar el nivel de la
estudiante. Algunos de los titulares usados fueron:
-Rusia
2018: Colombia se despidió de su afición bailando al ritmo de Maluma
-Por orden de la Reina, meten a
Meghan en un curso intensivo de protocolo real
-¿La
probaría? Suecia presenta una "cerveza basura" elaborada a partir de
aguas residuales
-Trump
dice que hay "conversaciones muy productivas con Corea del Norte"
para la cumbre
-México: en su
día las madres marchan en silencio por sus hijos desaparecidos
-La Unión Europea evalúa más
sanciones contra Venezuela, pedirá nuevas elecciones presidenciales.
Durante ese día no utilizamos
audios, lo hicimos dos días después luego de algunas actividades que le
ayudaron a tener un mejor entendimiento. Durante los diez minutos de descanso
pudimos preparar algunas fotografías (gráfico 5) para seguir hablando del
cáncer.
Al
terminar la clase nos dimos cuenta que había muchas cosas por corregir y
mejorar con la estudiante, pero lo esencial es que desde la primera clase se
dieron muestras de empatía e interacción, y para el ECI, esos dos pilares son
esenciales para un trabajo comunicativo.
Este
ejemplo que ponemos a su consideración grafica cierta premisa que nos permite
discrepar con autores, investigadores y editoriales de textos para la enseñanza
de idiomas. Los libros de texto son elementos de apoyo, pero jamás son la
solución para enfrentar con éxito el trabajo dentro del aula. El profesor debe
orientar su labor de acuerdo a las características del discente, y adecuar los
materiales tomando en cuenta sus gustos y preferencias.
Tal
vez la experiencia de trabajar con clases de inmersión personalizadas y
grupales nos permite tener muchos recursos didácticos, pero en el caso de la
estudiante, poco o nada sirvieron por las características especiales que ella
tenía. Por lo tanto, utilizamos el factor psicológico para conocer de ella y
así acomodar los materiales pedagógicos apropiados (siempre direccionados a
fomentar la competencia comunicativa, en medio de un ambiente de motivación y
empatía).
8.
La interacción como esencia genuina de la práctica comunicativa
A
partir de los años setenta y con la intención de mejorar el tradicional
discurso de los profesores (impartían conocimientos a través de auténticos
monólogos), se empezaron a promover nuevas estrategias didácticas que tuvieron
como bandera garantizar un aprendizaje más afectivo y efectivo. Aparecieron los
procesos comunicativos que generaron nuevas expectativas y una ansiada
renovación al impartir clases. De ese modo, se cambió “el discurso monológico por la interacción”,
como dice Johnstone (2010:11)
En
el campo de la enseñanza de idiomas como 2a lengua, se innovó con un
estilo mucho más preocupado por la comprensión y producción, con acciones que
desarrollan actos recíprocos entre los agentes protagonistas de un proceso de
enseñanza-aprendizaje. Una nueva dinámica impulsó la participación, el
intercambio de ideas, el escuchar a los estudiantes y permitirles el diálogo.
De esta forma empezó a desaparecer esa estigmatización de que los discentes
eran simples receptores. Y, en cuando a
los docentes, fueron más consecuentes con el planteamiento “enseñar es
comunicar”, impulsando una posición con mayor distensión, como dice Mackey
(1975:157), quien reconoce que es imprescindible
una
reacción contra las frías técnicas de perforación mecánica del aprendizaje de
idiomas a favor de la atmósfera cordial creada en el aula por la interacción de
los estudiantes entre ellos, y entre el profesor y los estudiantes.
Los
investigadores que promueven los enfoques comunicativos coinciden que para una
buena interacción debe darse un acto educativo con tres elementos
fundamentales, cada uno con una relevancia particular: el estudiante, el
profesor y el contenido. En este sentido, Goldrine y Rojas (2007:179) señalan
que "la
interacción entre profesor y alumno se realiza en torno a un determinado
contenido o tarea, y por lo tanto tiene una intencionalidad instrumental".
En
el contexto educativo se abrieron los espacios para comprender que, mejorando
la relación estudiante-docente, habría un ambiente más propicio en el salón de
clases. Al mismo tiempo, hubo consenso sobre ciertos factores extralingüísticos
que impulsan las relaciones interpersonales entre los protagonistas de una
clase educativa y ayudan para que los resultados sean más significativos. La
Lingüística Aplicada como disciplina científica tuvo mayor protagonismo y
desarrolló puntos de vista respecto al lenguaje como forma de comunicación
humana y enarboló un interés especial por analizar la conversación en el aula.
Ese valor especial por el discurso potenció el proceso comunicativo y por
supuesto, la competencia comunicativa.
En
esa intención de maximizar la competencia comunicativa se le dio un valor añadido
a la interacción entre los
protagonistas de una clase de idiomas con el evidente
propósito de estimular la producción, transmisión y comprensión de los mensajes.
Así los objetivos fueron mucho más asequibles y dinámicos en la enseñanza-aprendizaje de una 2a
lengua. Por eso, la interacción ha de
ir referida a las relaciones que se dan entre miembros de una sociedad y al
mecanismo que utilizan dos o más personas para intercambiar mensajes. En el
campo comunicativo una interacción permite relaciones interpersonales, donde
las partes dentro de un entorno social muestran una influencia recíproca. Una
conversación, una reunión de personas que persiguen un mismo fin, el saludo
correspondido, el artista que logra satisfactorias respuestas por su labor o su
arte, son ejemplos de interacción.
Los seres humanos tenemos una predisposición innata para
transmitir pensamientos y mensajes a los demás, y cuando esa actitud está inmersa en intereses y valores se lleva
a cabo una relación participativa con calidad, una comunicación eficaz que se
transforma en un buen manejo de significados, en una buena conversación. Y toda
comunicación es conversación, que tiene una influencia recíproca con la interacción, como explica
Briz (1999:159), al señalar que
conversar es comunicar cooperativamente, interactuar,
y negociar estratégicamente un propósito con el otro. En ese sentido, la
conversación es una especie de discurso retórico que persuade a cooperar al
otro de forma continuada.
A
ello añade Rizo García (2007:3) que “la comunicación puede concebirse como la interacción
mediante la cual gran parte de los seres vivos acoplan o adaptan sus conductas
a su entorno”. De la misma forma, Calsamiglia y Tusón
(2002:32) afirman que “en una conversación se
argumenta y se polemiza, se cuenta y se relata, se explica o se expone y se
describe”. Estas acciones descritas de una
conversación se dan como resultado de una interacción, proceso que según los
expertos en LA tiene una importancia significativa en el aprendizaje de
idiomas.
En
el aprendizaje o adquisición de una lengua, la interacción facilita la negociación del significado, permite la
recepción de input y alienta la producción de output comprensible, de los actos
de habla, del desarrollo pragmático y de las funciones de la comunicación.
Jaúregui (2012:2) puntualiza que “en ese intento de comunicar – de entender y expresar
mensajes- en la lengua meta, el aprendiente recurrirá al uso de estrategias,
tanto de producción como de comprensión, para poder interpretar y producir
adecuadamente significados varios”. Esta idea la
contempló ya Ellis (1990: 3), al decir que “Todo lo que acontece en el aula implica algún
tipo de interacción”.
En nuestra apuesta por lograr que un
estudiante consiga sus objetivos, el ECI le da especial relevancia al desarrollo
de las habilidades y destrezas sociolingüísticas, así como a la interacción
comunicativa estimulada por un entorno afectivo. Para Hollander (1978:182), “la interacción es
concebida como un proceso de comunicación, que lleva a ejercer influencia sobre
las acciones y las perspectivas de los individuos que participan en ella”,
a lo que añade Alcón Soler (2001:14-15) diciendo que
en
relación al efecto de la interacción, facilita la toma de consciencia de la
diferencia entre el interlenguaje y la lengua objeto de estudio; forma una
hipótesis sobre el funcionamiento del lenguaje y favorece el conocimiento
metalingüístico. Asimismo permite al estudiante la posibilidad de prestar
atención no sólo al contenido de lo que deseamos transmitir sino a la forma,
aspecto que resulta importante a la hora de adquirir una segunda lengua.
Con
respecto al interlenguaje, que fue acuñado por Selinker para denominar al sistema lingüístico del estudiante de
una L2 o lengua extranjera, Krashen (1980:170) manifiesta que “el interlenguaje se
desarrolla gracias a la comprensión de un mensaje que contiene ciertas
características lingüísticas que están un poco más allá del conocimiento actual
del que intenta adquirir una segunda lengua”.
En el ECI consideramos el discurso generado en el aula como un elemento que
favorece el aprendizaje con características propias: la interacción oral como corolario de una buena actividad
comunicativa o algún material didáctico de contenido ameno. La negociación del significado como
consecuencia de una buena conversación, gracias al ambiente afectivo que se da
en el salón de clases. El intercambio
comunicativo que ayuda a construir los conocimientos de una L2 y que
favorece la producción (output) del estudiante, que le ayuda a utilizar sus propios
recursos lingüísticos.
Un ejemplo concreto de
intercambio comunicativo es el que protagonizaron el docente X y el estudiante
Mike:
P: Hoy estamos 23 de
abril. Muy buenos días señor ¿Cómo está usted?
E: Buenos días, yo
estoy super bien. ¿Y usted?
P: ¡Qué bueno! Yo
también estoy muy bien ¿Qué le parece el clima ahora?
E: Sí, sí por fin ya
estamos en primavera.
P: ¿Le gusta?
E: Sí, sí, por supuesto
porque el clima cambia, florecen los árboles, hay flores, etc. Por fin el clima
hemos cambiado.
P: ¿Nosotros hemos
cambiado el clima?
E: No, no, disculpa, el
clima ha cambiado. Ahora está perfecto, me gusta.
Como
se puede comprobar, se muestra un diálogo en la lengua objetivo del estudiante
con fluidez, y por las respuestas dadas no hay dudas de que el estudiante ha
entendido las preguntas, ha mantenido un
equilibrio en su discurso y en sus
comentarios trasciende empatía, una interacción oral que nunca fue opacada por
la interrogante con visos de corrección del profesor. Al contrario, la
intención comunicativa persistió con un buen output.
En
sintonía con lo expresado, Mackey (1999:575) hizo un estudio en el que confirmó
que los estudiantes que desarrollaron una interacción conversacional pudieron
lograr el dominio de una segunda lengua. “Solo los grupos que participaron activamente en la
interacción demostraron una clara evidencia de desarrollo, produjeron
significativamente más estructuras de nivel más alto, aumentaron
significativamente su etapa de desarrollo”. Por su parte, Alcón
Soler (1996:5) refiere que el intercambio de opinión entre el investigador y el
sujeto de investigación revelará aquellos aspectos, especialmente los no observables,
que al contrastar con la realidad discursiva ofrecen una explicación global de
la correlación entre interacción y adquisición de lenguas. La interacción, como sinónimo de
participación verbal es lo que anhelamos en este enfoque metodológico. Alcón
Soler agrega que
parece ser que a través
de la interacción se favorece la comprensión del mensaje y se adquiere consciencia
de las posibles deficiencias lingüísticas existentes en el interlenguaje del
aprendiz.
Disciplinas
como la sociolingüística, la lingüística y la psicología cognitiva estudian la
interacción desde los años sesenta. Y por los tópicos inherentes a su campo
también participa la etnografía de la comunicación, especialmente en referencia
a los temas relacionados con el análisis del discurso y de la conversación.
Asimismo, la pragmática se enfoca en los factores extralingüísticos que
determinan el uso de lenguaje y en la idea de que hablar es interactuar.
En
una interacción comunicativa se dan aspectos auditivos, visuales, verbales y
gestuales que los expertos han clasificado en intercambios comunicativos
inmersos en tres tipos de lenguajes, tal como se recoge en Herrero (2012: 2),
siguiendo a Torre (2002):
▪ El
lenguaje verbal, que utiliza la expresión oral o escrita y que lo llevan a
cabo el emisor, un receptor, un mensaje, un contexto, un canal y un código.
▪ El
lenguaje no verbal, a través de los movimientos de la cabeza, la dirección
de la mirada como expresión corporal, el parpadeo, las expresiones faciales y
algunos movimientos corporales.
▪ El
lenguaje paraverbal, que incluye la paralingüística mediante la entonación,
inflexiones de voz, fluidez, velocidad con la que hablamos, las pausas, etc.;
la proxemia o gestión de espacios en la interacción social, laboral y personal
con otras personas mediante la observación de las distancias corporales
(íntima, personal, social, pública,
etc.); y la kinesia a través de las posturas corporales, los gestos
(simbólicos, reguladores, emocionales, adaptadores, etc.), la expresión facial,
la mirada, la sonrisa, etc.
Estos
tres tipos de lenguaje son importantes en la interacción comunicativa y
dependiendo de la personalidad de los estudiantes, el contexto y la finalidad
del mensaje, puede ser un tanto formal o de naturaleza espontánea. La primera
de ellas es intencionada, persigue una finalidad. La más espontánea se da de
forma natural, no planificada y como resultado del entorno simpático que hay en
el salón de clases. Una conversación coloquial es algo que puede ocurrir de
manera improvisada. Pero ambas son didácticas y ofrecen mecanismos lingüísticos
propios de una interacción. Ahora bien, hay algunas situaciones que permiten
una auténtica interacción comunicativa, entre ellas:
a)
Los actos que promueven respuestas del interlocutor como las preguntas,
mandatos, solicitudes, informaciones, respuestas, la interpretación de los
intercambios verbales, etc.
b)
Las acciones que estimulan el aprendizaje de la competencia comunicativa de las
diferentes culturas.
c)
Los actos que promueven intercambios comunicativos auténticos como las tareas
con vacío de información, aquellas que demandan un comentario u una opinión.
También las actividades interactivas.
d)
Los textos y tareas motivadoras y amenas.
e) Las alternancias de los turnos de habla
respetando los intereses, necesidades, personalidad y actitud de los protagonistas ( estudiantes
y profesores).
f)
Las actividades que incentivan el
desarrollo pragmático y de las funciones de la comunicación.
g)
Las conversaciones que se dan fuera del aula con nativos en el idioma objetivo,
como una forma de afianzar el dominio de la lengua.
h)
El estilo del profesor y sus estrategias didácticas. Y por supuesto, el
ambiente motivacional que crea con su entusiasmo y carisma.
i) La forma como el aprendiente hace gala de la
comprensión de los conocimientos recibidos y la dinámica que muestra al
ejercitar sus propias habilidades y
destrezas. También ayuda las percepciones positivas del estudiante respecto de
su propio aprendizaje.
j)
La habilidad innata o el perfil de “psicólogo
sin título” que el profesor evidencia para interpretar los pensamientos,
sentimientos y los deseos no exteriorizados del estudiante. Algunos
especialistas también hablan de su tacto pedagógico y capacidad de
flexibilización.
k)
Según el MCER (2002: 4.4.3.1), hay actividades que, si se realizan de forma
sistemática ofrecen la posibilidad de una interacción. Enumera entre otras: la
conversación casual, la discusión formal e informal, el debate, la entrevista,
etc.
La
buena relación docente-estudiante empieza en el aula y trasciende fuera de
ella. El aula es todo un espacio social de participación, un microcosmos donde
se dan las relaciones interpersonales y grupales. Páez
(1991:324) considera el aula como el “espacio privilegiado y específico para
reflexionar sobre la interacción de los actores y convertirse en un ámbito para
la observación de los sujetos y de sus complejas relaciones”.
En una línea similar, Ellis (1990:25) afirma que dentro del aula se da un
discurso que independientemente de cómo se deriva, se lleva a cabo como
consecuencia de una instrucción basada en la forma o en el sentido.
Por
otro lado, en toda interacción oral se toma en cuenta el estilo de aprendizaje
y la personalidad del estudiante. No todos los aprendientes son iguales ni
aprenden de una misma manera. Principalmente en los estudiantes adultos se da
esta perspectiva. Algunos son reservados, otros son extrovertidos. Unos son emotivos y otros son moderados,
tranquilos. A unos les gusta hablar y toman la iniciativa; pero otros prefieren
el silencio o hablan lo indispensable. Unos son directos, francos y no esconden
nada; mientras que otros son diplomáticos, cautos o prudentes. Las
características individuales y sus preferencias deben considerarse. Alcón Soler
(1996:5) coincide con ello y afirma que “incluyendo los rasgos individuales de los
aprendices podremos ofrecer, con relativa confianza, una explicación razonada
del efecto de la interacción en el aprendizaje de lenguas”.
En
un proceso comunicativo creemos en los logros que se dan a través de la
interacción comunicativa. Es una pieza clave para el desarrollo efectivo del
proceso de enseñanza-aprendizaje, como comparten Richards
y Rodgers (1986:83), al sostener que “la enseñanza comunicativa de idiomas denota un enfoque de
la enseñanza más humanístico, en el que se prioriza el proceso de interacción
comunicativa”.
[1] Enunciado tomado del
Capítulo 1,1.3. (¿Qué es el plurilingüismo?) del Marco de Referencia Europeo en
su contexto político y educativo (Visto en la web del Centro Virtual Cervantes
el 24 de septiembre del 2016.
[2]Michael Geisler es
vicepresidente de las escuelas de idiomas del Middlebury College ubicada en el
estado de Vermont, Estados Unidos. Su comentario apareció en el artículo “Los
secretos de aprender otro idioma en pocas semanas”, escrito por Rob Budden y
publicado el 9 de marzo del 2015 en BBC Mundo (Visto el 26 /4/2015).http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/03/150309_vert_cap_aprender_idioma_rapido_yv
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