LA EMPATIA, Factores extralingüísticos que influyen en la adquisición de una L2 en adultos (Parte 3)


2.2.3. Personalidad
            Las características inherentes a una persona que la diferencian de otra corresponden a su personalidad. Dichas características tienen que ver con el carácter psicológico, con el patrón de actitudes, pensamientos, sentimientos, deseos, emociones y las conductas que exhibe.
            La personalidad está influenciada por los genes con que venimos a este mundo; pero el entorno y las experiencias a lo largo de la vida (sociedad, amistades, educación y cultura) terminan por forjar la estructura de carácter psicológico del individuo. El vocablo personalidad deriva del latín “personara”, término con que se conocía a la máscara que cubría el rostro de los actores durante sus interpretaciones dramáticas.
            Muchos científicos coinciden en tres puntos importantes de la personalidad:
a)   Constituye una unidad de elementos con una marca peculiar.
b)   Responde a los estímulos y experiencias de la vida que finalmente forjan las características con que un individuo difiere de otro.
c)   Adopta un comportamiento acorde al grupo de funciones psíquicas que lo influencian.
            Cada individuo posee características propias en su personalidad. Muchos son reservados, otros son extrovertidos. Estas conductas de la personalidad inciden positiva o negativamente en el aprendizaje de una lengua extranjera. La personalidad del estudiante influencia en su comportamiento durante su permanencia en el salón de clases y por ello resulta importante el temperamento y la actitud del profesor para revertir, moderar o incentivar el estilo cognitivo del educando, como lo manifiestan Larsen-Freeman y Long (1994:177).
            Un alumno extrovertido no es garantía de éxito en el trabajo de aula. Si bien es cierto que los extrovertidos hablan y participan en las clases, también es cierto que no aseguran un dominio de la competencia gramatical. Ellos dialogan, responden y preguntan al profesor, sostienen opiniones e incluso llevan adelante una dinámica didáctica acorde con el ejercicio de la comunicación oral. Pero esa actitud no confirma un dominio de la competencia gramatical.
            Los alumnos introvertidos pueden ser renuentes a interactuar en el aula, pero se dan casos en que estos estudiantes un tanto tímidos y de poco hablar han respondido positivamente a las enseñanzas del profesor e incluso mejor que un alumno extrovertido. Algunas experiencias personales lo avalan. En este sentido, Ali Suliman (2015:1-6) realizó una investigación cualitativa-cuantitativa con 20 estudiantes de inglés como 2a lengua (10 hombres y 10 mujeres) en la universidad de Misurata para identificar el papel de la personalidad de los estudiantes y su relación con el proceso de adquisición de un segundo idioma y concluyó que hay rasgos de la personalidad como la extroversión y la introversión que tienen un efecto importante. Así pues, en relación con los alumnos extrovertidos e introvertidos, cabe considerar estos aspectos generales:
- Los alumnos extrovertidos que usan la 2a lengua para interactuar tienden a tomar medidas con menos reflexión, trabajan menos en grupos y destacan durante las clases con altos niveles de actividad.
- Los estudiantes extrovertidos se comunican fácilmente en el segundo idioma, aunque no produzcan resultados precisos.
- Se cree que los estudiantes extrovertidos tienen más éxito en la comunicación.
- Los alumnos introvertidos son menos habladores y reflexionan más antes de actuar, son callados y prefieren trabajar independientemente, o cuando menos con una o dos personas más.
- Los estudiantes introvertidos son más pasivos durante las actividades sociales.
- Los estudiantes introvertidos tienen la obsesión de elaborar oraciones gramaticales precisas con acento nativo.
            Tras las conclusiones de Ali Suliman creemos que el trabajo del docente es esencial en estas circunstancias. Su rol será protagónico en la medida que ejerza una buena orientación didáctica. Su labor psicológica, su empatía y la forma de incentivar al estudiante será vital para provocar reacciones favorables. Acerca de los alumnos introvertidos y los extrovertidos, Bernaus (2001:84) señala que
varios estudios sobre los rasgos de la personalidad relacionados con el aprendizaje de lenguas afirman que los alumnos extrovertidos consiguen mejores resultados en los test orales, por su mayor facilidad con la palabra, que los introvertidos. En cambio, los resultados de los aprendices introvertidos en los test escritos de LE (lectura y escritura), que requieren procesos más conscientes, superan en resultados a los obtenidos por los alumnos extrovertidos.
            Por experiencia propia, muchos alumnos introvertidos entendieron rápidamente las enseñanzas. Aunque inicialmente su participación oral fue cortante y escueta, luego fueron más expresivos en la medida en que se les estimuló y se les dio mayor confianza. Del mismo modo, ciertos estudiantes extrovertidos tuvieron inconvenientes para asimilar los consejos del profesor y cometieron repetitivos errores en su afán de mostrar su dominio del español o tal vez ocultar sus falencias. Hablan demasiado y muchas veces de forma incongruente.
            Vamos a transcribir dos audios de dos estudiantes con dos estilos diferentes en su personalidad. Normalmente, cuando los estudiantes alcanzan el nivel B del MCER, o CEFR en inglés, los profesores y sus estudiantes participan de conversatorios sobre temas de actualidad. Es una forma de hacerlos practicar y perder el miedo de hablar en público. (En muchas escuelas de idiomas de Washington DC. se dan clases personalizadas e interactivas, face to face, para empleados del gobierno de los Estados Unidos. Seis profesores y sus seis estudiantes estuvieron durante el conversatorio. La pregunta estuvo relacionada con la influencia que Google, Facebook, Amazon y Microsoft ejercen sobre las personas que utilizan el servicio de internet.
EXTROVERTIDO. – “Sobre el tema conviene explicar que… de todos modos la persona que utiliza el internet debe usar Google, si quiere comunicarse con sus contactos sociales necesito una cuenta de Facebook. Sí, efectivamente ellos tienen mucha influencia sobre nosotros, sobre las personas que usan el internet, sobre yo. En líneas generales si queremos hacer algo en internet necesitamos de esos grandes del informática”.
INTROVERTIDO. – “Las grandes empresas mencionadas influencia sobre nosotros. Si queremos buscar algo, si queremos tener una actividad social a través del internet, si queremos comprar algo. Ellos analizan nuestros gustos, nuestras preferencias y por eso sabe todo de nosotros, mucho, por eso aparecen en las páginas web que utilizamos una publicidad que incentiva a comprar”.
            El estudiante extrovertido utiliza muchos conectores, habla rápido, trata de impresionar y comete algunas falencias que hacemos notar en negritas. Además, podemos discernir que su mensaje fue repetitivo, dio una respuesta vaga a la interrogante. Su mensaje es poco trascendente.
            Por lo que respecta al estudiante introvertido, él tuvo una participación más centrada y profunda, su respuesta fue mucho más coherente. Hay algunos errores que tal vez pasan desapercibidos si tenemos en cuenta el nivel de dominio del idioma que ya está adquiriendo. El aprendiente habló de forma pausada, tal vez para pensar y analizar antes de expresarse y por eso mostró mejores argumentos.
            Estos comentarios no hacen más que confirmar que tanto los alumnos con personalidad extrovertida como aquellos introvertidos poseen elementos para rescatar y considerar, pero que en buena medida dependen del trabajo del profesor poder encaminarlos hacia su estilo cognitivo.
            La personalidad de un estudiante tiene rasgos que la influencian. Por ejemplo, la autoestima, la autoconciencia, la empatía, la ansiedad y tantos factores afectivos que determinan una mayor motivación integradora en el individuo, que sin dudas, promueven mayor seguridad en su desenvolvimiento. Sobre la influencia de estos factores afectivos, Stevick (1980:4) dice que “el éxito (en el aprendizaje de una lengua extranjera) depende menos de los materiales, técnicas y análisis lingüísticos y más de lo que sucede dentro y entre las personas en el aula”.
            Se interpreta dentro de las personas a los rasgos afectivos que hicimos referencia y, además, puede estar incluida la inhibición, la disposición a arriesgarse, los estilos de aprendizaje y la motivación (factor que dedicaremos amplia cobertura más adelante) Consideramos la motivación como un factor no lingüístico de relieve, vital para el éxito del trabajo en el aula. Los 42 profesores de diversos idiomas también corroboraron esta afirmación a través de la encuesta (ver gráfico 16) que estamos dando cuenta.
            Referente a entre las personas, se entiende la relación de los estudiantes en el aula, la relación entre profesor-estudiante, los procesos interculturales y, por qué no, el ambiente afectivo-cognitivo, que debe estar presente en un aprendizaje adecuado. Para corroborar esta premisa, se hizo un trabajo experimental con doce estudiantes, todos ellos empleados del gobierno de los Estados Unidos, profesionales y miembros de diferentes agencias. Ellos tenían un nivel B1 del MCER. El tema escogido para ambos grupos fue “Estados Unidos, a la caza del consumidor hispano”, publicado en el diario “El país” de España el 12 de febrero del 2014 y escrito por Eva Saiz. El artículo periodístico tiene que ver con el afán consumista de los hispanos residentes en EEUU y las estrategias de las grandes empresas mercadotécnicas americanas interesadas por atraer a estos empedernidos compradores, quienes poseen ciertas características influenciadas por sus orígenes, costumbres y nivel socio-cultural.
            Al primer grupo se le dio una clase tradicional, basada en la transmisión de los conocimientos, casi un monólogo, con actividades características: presentación-práctica-producción; con un criterio que desafiaba su inteligencia. Casi se les obligó a memorizar la información recibida. Al segundo grupo experimental se le impartió una clase más amena, considerando los aspectos cognitivos y afectivos, con mucha dinámica. Se incentivó la creatividad y la competencia oral entre cada uno de los participantes.
            Cada grupo estaba compuesto por seis integrantes. Dos de ellos, un hombre y una mujer (Dan y Raquel), participaron intencionalmente en ambas clases. Al final se distribuyó un documento con cuatro preguntas específicas que debían responder los alumnos.  También hubo una reunión informal entre el profesor que hizo la clase; mi persona en calidad de veedor, y los dos alumnos que concurrieron a las dos clases. Quería conocer personalmente las impresiones de Raquel y Dan, además de cotejar las doce respuestas. El resultado fue el siguiente, como muestran los cuadros 2 y 3:
Primer grupo
Nombre
¿Qué opina del tema?
¿Entendió el tema totalmente?
¿Cómo fue la clase del profesor?
Del 1 al 10 califica el trabajo del profesor
Estudiante 1
interesante
 
se le entiende
7
Estudiante 2
bueno
casi todo
Normal
7
Estudiante 3
bueno
más o menos
Normal
7
Estudiante 4
novedoso
se hace entender
8
Dan
 interesante
sabe explicar
8
Raquel
Me gustó
normal, como todos
7
              Cuadro  2. Información del primer grupo (seis integrantes) que recibió una clase tradicional

De este cuadro se pueden apreciar los siguientes resultados:
• El tema resultó novedoso e interesante para los estudiantes
• No todos entendieron el tema, tal vez porque tenía un vocabulario complicado o porque el profesor no colmó sus expectativas. Ambas premisas juntas también son posibles.
• El profesor tuvo una calificación aprobatoria promedio de 7.5, sin que eso signifique destacable. Al consultar la calificación del docente con estudiantes de una universidad, ellos comentaron lo siguiente: “pasable”, “regular nomás” y “cumplidor y punto”.

Segundo grupo
Nombre
¿Qué opina del tema?
¿Entendió el tema totalmente?
¿Cómo fue la clase del profesor?
Califica del 1 al 10 el trabajo del profesor
Estudiante 7
interesante
Entretenido
10
Estudiante 8
interesante
muy interesante
10
Estudiante 9
interesante
me agradó
10
Estudiante 10
entretenido
Sabe explicar y maneja el grupo
9
Dan
muy interesante
Entretenido. Mejor que la primera vez, muy dinámico.
10
Raquel
me gustó
El profesor tuvo un estilo diferente. Este fue más entretenido, todos hablamos.
10
Cuadro  3. Los comentarios de este grupo de trabajo fueron diferentes al primer grupo. La calificación del profesor  tuvo un grado superlativo

     Las respuestas de los estudiantes del segundo grupo nos obligan a las siguientes reflexiones:
• Hay una coincidencia entre lo interesante y novedoso que resultó el artículo periodístico.
• Todos entendieron el tema, la respuesta contundente fue “sí”.
• Los comentarios fueron favorables para el profesor y calificaron su trabajo como entretenido, interesante y que supo conducir al grupo.
• La nota aprobatoria fue un 10, casi contundente. Significa que el profesor creó un ambiente afectivo-cognitivo en el aula. Además, hubo empatía con los estudiantes gracias a su estilo de trabajo.
            De esta forma, se corrobora la premisa de Stevick. El material fue el mismo. En ambos grupos se cumplieron los objetivos, pero salta a la vista que en el segundo grupo (cuadro 3) hubo dinámica de grupo, se hizo un trabajo integral potenciando los valores afectivos y se consiguió una interacción real. El profesor maximizó la creatividad, la confianza y la habilidad de participar. Hubo estimulación y empatía con ese grupo experimental y por ello, los comentarios sobre la clase fueron de: “interesante y entretenida”. Se coronó con éxito el aprendizaje de una lengua no con técnicas ni análisis lingüísticos, sino con un trabajo empático e interesante del profesor con los discentes.
            Las opiniones de los alumnos Raquel y Dan reivindican también lo acontecido en ambas clases. Referente al tema opinaron que fue interesante, pero en lo concerniente al profesor sus comentarios fueron de mayor relevancia, especialmente a su actuación con el grupo dos. Cuando se les interrogó personalmente Raquel dijo que en la primera clase el profesor hizo su trabajo normal, para cumplir. “Leímos el tema, explicó las palabras nuevas y resolvió las dudas. Luego dio sus puntos de vista. Pero en la segunda oportunidad se transformó, fue más dinámico, nos llenó de confianza y nos hizo participar. Todos nos sentimos dispuestos a preguntar y opinar”.
            El estudiante Dan afirmó que “primero el profesor fue como muchos que me han enseñado, normal. Pero en la segunda clase parecía que había tomado un café bien cargado que le dio energía y tuvo otra actitud que lo impulsó a ser más creativo. Eso nos contagió, nos animó a responder a sus preguntas y en líneas generales fue una clase divertida”.  Ahora es el momento de analizar los rasgos más importantes de la personalidad:

2.2.3.1. La empatía

            Este rasgo de la personalidad permite a los seres humanos tener mayor facilidad para la comunicación interpersonal, para compartir o reconocer las emociones experimentadas por otro ser con sensibilidad. Las personas con mayor empatía saben escuchar, inspiran una gran conexión, muestran una identificación inmediata y generan compatibilidad. Todo ser humano empático acepta el input y es proclive a conseguir los objetivos en la adquisición de una segunda lengua, por lo que Giora (1968:48) sostiene que
la empatía o la aprehensión emocional inmediata de una experiencia afectiva con otra persona juega un papel importante en la adquisición del desarrollo de un idioma. Se plantea la hipótesis de que la capacidad de empatía contribuye al dominio de una segunda lengua.

            En el salón de clases, la empatía es sinónimo de una buena relación entre alumno y profesor, o con sus compañeros de clase; y en gran medida, en una buena pronunciación de la 2a lengua, como explican Guiora, Brannon y Dull (1972:111), “a través de la prueba de Expresión Micro-Momentánea (MME) se confirma la hipótesis, la empatía se relaciona positivamente con la capacidad de pronunciar auténticamente un segundo idioma”.
            La experiencia de trabajar en clases de inmersión -de cinco a seis horas diarias- con un solo estudiante, o tal vez seis como máximo, implica cercanía, una convivencia efectiva. Un profesor empático brindará confianza y generará un ambiente agradable con los estudiantes. Por tanto, los alumnos aprenden a ser empáticos imitando a su profesor. Este es el modo en que lo explica González y Villarrubia (2011:15), al afirmar que
A través de las actitudes del profesor y las emociones que transmite, el alumno será capaz de percibir la diversidad emocional, fomentará su percepción y comprensión de los sentimientos propios y ajenos cuyo objetivo es que, al igual que lo hace con la gramática y el léxico, sea capaz de manejar las emociones de la vida cotidiana, reconociendo y comprendiendo a otros, empatizando con las emociones ajenas y transformando las propias según lo que desee transmitir. 
           
Es indudable el resultado que se logra cuando existe un acercamiento respetuoso y sincero entre profesor y discente. Durante nuestros años de experiencia en las aulas hemos comprobado los milagros que realiza la interacción personal, la empatía entre personas que comparten opiniones, ideas y puntos de vista; la seguridad que existe en un profesor que valora los aciertos y que busca minimizar los errores para sacar provecho de ellos en estratégica labor. Así lo considera Guiora (1965:780-782), al afirmar que “la empatía permite un entendimiento emocional inmediato de la experiencia afectiva del otro; este sensor es utilizado por las funciones cognitivas para ganar comprensión del otro”.
            El contacto humano es tan significativo, comparable con el valioso trabajo de transmitir los conocimientos. Genéticamente el ser humano tiene una predisposición innata para gestar empatía, factor que va desarrollándose a lo largo de la vida en los avatares de la sociabilización, de su relación con los seres humanos (por imitación) y a través de la educación (cognición). La interrelación y los aspectos sociales conllevan a la mutua simpatía entre profesor y estudiante.
            En el caso de los estudiantes adultos que aprenden una 2a lengua, es importante que el profesor trabaje sicológicamente para conocer los gustos y preferencias del estudiante. Esto se consigue a través del diálogo, de saber los fines que persigue, de sus predilecciones con la música, los videos; sus aficiones y pasatiempos. Muchas veces es estratégico involucrar durante el aprendizaje al entorno familiar del discente, los nombres de sus seres queridos, de su familia, su cónyuge, sus hijos y hasta la mascota. Hurgar con destreza es identificarse y relacionarse de forma mental y efectiva con el educando.
            En esta línea, López-Moratalla[10] (2013), experta en temas de conexión entre el cerebro y el aprendizaje de idiomas sostiene que “es muy distinto si una persona quiere aprender porque tiene interés en comunicarse con las personas que hablan ese idioma. Le será mucho más fácil porque hay una empatía que facilita los procesos de aprendizaje. Hay una motivación”. Para Krashen (1981:23), la empatía es la capacidad de ponerse en los zapatos de la otra persona. “Una persona empática puede ser capaz de identificarse más fácilmente con los hablantes de una lengua objetivo y así aceptar su input como su intake”.            
Krashen también menciona a Shumann (1975:227) como un estudioso que sugiere que los factores naturales que inducen la flexibilidad del ego y reduce las inhibiciones (suponiendo que se relacionan con una mayor empatía) son aquellas que hacen al estudiante menos ansioso, sentirse aceptado y abierto a una identificación positiva con los hablantes de la lengua meta. A su vez, Giora (1968:184) y algunos colegas de la Universidad de Michigan hicieron varias investigaciones respecto al papel de la empatía en la enseñanza de idiomas y aseveran que, al tiempo de estimular la habilidad del lenguaje, también “contribuye a la exactitud fonológica, la riqueza del vocabulario, la idoneidad del estilo y el control de los idiomas”.
            Este factor afectivo fue considerado dentro de la encuesta a estudiantes y profesores. Son los estudiantes quienes le dieron mayor mérito y comentaron que junto con la motivación son valores afectivos que contribuyen a mejorar las relaciones entre los protagonistas de un proceso de aprendizaje. Cuando existe empatía se hace mucho más fácil la comunicación dentro del salón de clases. “La empatía acorta distancia, hace más amena una clase porque existe confianza y eso se traduce en perder el miedo y poder actuar más relajadamente”, dijo un estudiante. En el gráfico 8 se puede comprobar que el 58% de estudiantes mujeres demandan mayor empatía durante las clases.
             Gráfico 8. El 58% de los estudiantes, de sexo femenino, demandan mayor empatía en el salón de clases

Una estudiante entrevistada manifestó que en una clase de inmersión donde profesor y estudiante pasan de cinco a seis horas en el aula hay diferencias que superar, y que la empatía ofrece acercamientos importantes. “Venimos de culturas diferentes y eso tiene un impacto que puede ser negativo o positivo en el proceso en que están inmersos los protagonistas” dijo Beth T. Hay una influencia directa en el estado de ánimo, en la actitud al momento de encarar el aprendizaje de un nuevo idioma. La empatía es una variable afectiva que en los tiempos de la pedagogía moderna resulta decisiva y efectiva. De la encuesta a los profesores podemos extraer lo siguiente:
a)      Considerando el sexo de ellos, los hombres no creen en la empatía. Por el contrario, de las 29 mujeres participantes le dieron la posición de honor.
b)     En cuanto a su educación, 5 de los 25 bachilleres dieron sus votos en lugares expectantes, pero ni los magísteres ni los dos profesores con grado de doctor le dieron la importancia debida.
c)      Por el idioma que enseñan no hay una tendencia destacable. Los profesores de español son menos asequibles al factor empatía y las docentes europeas y asiáticas sí toman en cuenta su importancia.
En cuanto a los 46 estudiantes que participaron de la encuesta, podemos señalar que:
a)      Tres mujeres, dos estudiantes de francés y una de ruso opinaron que era la variante efectiva más importante dentro del salón de clases. Otras 6 mujeres le dieron el segundo lugar y como para consolidar la importancia de ese factor extralingüístico hubo nueve votos para el tercer lugar y 12 para la casilla 4 (hombres y mujeres).
b)     Por su nivel de estudios, quienes ostentan el título de master, 32 en total, reconocieron a la empatía como un aspecto afectivo destacado.
c)      En relación con la edad, los mayores de 40 años han ofrecido mejores calificativos para la empatía. Y un detalle importante es que, comparando la empatía con los otros factores extralingüísticos, quienes hicieron ese reconocimiento afectivo fueron estudiantes de todos los idiomas y no de alguno en particular. La elección fue variopinta tal como hacemos notar en el cuadro  4.
Idioma
Factor empatía
Alemán
13.0%
Arabe
12.0%
Chino
11.4 %
Coreano
8.7 %
Croata
8.7 %
Dari
9.6 %
Español
11.3 %
Farsi
9.8 %
Francés
10.3%
Italiano
12.0%
Japonés
10.9 %
Macedonio
16.3%
Mandarín
10.9%
Persia
8.7 %
Ruso
11.2%
Thai
10.3%
Turco
9.8 %
Urdu
12.0 %
        
 Cuadro 4. Los estudiantes que estudiaron 18 idiomas diferentes, tal vez los más importantes en el mundo, reclaman empatía con su profesor




[10] Comentario aparecido en la página web www.practicaespañol.com . María José Izquierdo y David Fernández entrevistaron a la docente e investigadora de la Universidad de Valencia y publicaron el artículo titulado: ¿Por qué algunas personas tienen más facilidad para aprender idiomas? La página web tiene el auspicio de la agencia de noticias EFE. http://www.practicaespanol.com/lopez-moratallael-aprendizaje-de-idiomas-requiere-un-cerebro-quottiernoquot/ (artículo visto el 15 de febrero del 2016).


Castro Gavelán, Luis A. (2019): “Factores que influyen en la adquisición de una L2 en adultos”. Blog DIDACTICA ELE pp. 1-81 


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