LA APTITUD, Factores extralingüísticos que influyen en la adquisición de una L2 en adultos (Parte 2)


2. Factores no lingüísticos
            Considerados también como factores afectivos, resultan importantes en el momento de compenetrarse con la competencia lingüística. Es menester analizarlos desde la perspectiva de los protagonistas: profesor y estudiante, así como reconocer que también hay cierta influencia del escenario de los hechos: el aula. Un elemento a tomar en cuenta es el centro de enseñanza, valorado por los servicios y comodidades que ofrece al discente. En el gráfico 1 siguiente ofrecemos los factores no lingüísticos que creemos, ofrecen mayor influencia en el proceso de enseñanza-aprendiza de una 2ª lengua:

   ESTUDIANTE o APRENDIZ
 PROFESOR o INSTRUCTOR
CENTRO DE ENSEÑANZA
A)    Aptitud
A) Actitud
A) Recursos dentro y fuera del aula
B)     Inteligencia
B) Expectativas
B) Disciplina en el centro
C)     Personalidad:
-Empatía
-Autoestima
-Extroversión o Introversión
-Ansiedad
-Gusto por conversar
-Capacidad de respuesta
C) Personalidad
C) Libertad del profesor
D)    Motivación
D) Motivación

E)     Edad
E) Experiencia

F)     Experiencia previa
F) Formación didáctica

G)    Cercanía de L1 y L2
G) Estilo de enseñanza

H)    Estrategias


           Gráfico 1. Los factores no lingüísticos de mayor influencia para los estudiantes y el profesor involucrados en un proceso de enseñanza y aprendizaje de una segunda lengua

     Jane Arnold (2000: 1) valora la influencia de los factores afectivos en el campo de la enseñanza de lenguas. Citando a Stevick (1980), dice que: “El éxito para dominar una 2a lengua depende menos de los materiales, técnicas y análisis lingüísticos, y más de lo que sucede dentro de y entre las personas en el aula”. Es decir, menos de las cosas y más de las personas”.
            Otros autores, Larsen-Freeman y Long (1994: 169-181) analizan los distintos factores que conforman la personalidad y el estilo cognitivo del alumno, a la vez que estiman ocho variables en el primer caso: autoestima, extraversión, ansiedad, predisposición al riesgo, empatía, inhibición, tolerancia a la ambigüedad. En un segundo caso toman en cuenta: dependencia / independencia de campo, extensión categorial, espontaneidad/reflexión, aprendizaje auditivo/visual, aprendizaje analítico/global). Sin embargo, hacen mención que los resultados no son concluyentes ni mucho menos determinantes. En una misma línea, Marcos y Sánchez (1991:46) creen que
el tipo de alumnado, la edad, el nivel de formación cultural y lingüística, la motivación que le ha impulsado a cada uno a decidirse a aprender una lengua segunda, así como el ambiente lingüístico y cultural en que se lleve a cabo el aprendizaje determinan en gran medida el modo de enfocar y configurar la enseñanza de lenguas segundas.

            Durante el aprendizaje de una 2a lengua el discente está inmerso en factores que tienen gran implicancia. El MCER (2002:103) acepta explícitamente la trascendencia de variables afectivas en el proceso de aprendizaje. En su apartado 5.1.3. dice que
La competencia existencial” ratifica que “la actitud comunicativa de los usuarios o alumnos no solo se ve afectada por sus conocimientos, su comprensión y sus destrezas, sino también por factores individuales relacionados con su personalidad y caracterizados por las actitudes, las motivaciones, los valores, las creencias, los estilos cognitivos y los tipos de personalidad.

2.1. La encuesta
            Durante la investigación planteamos conocer la opinión de los estudiantes y profesores a través de una encuesta que hicimos a lo largo de los tres últimos años (mediados del 2015,2016 y hasta marzo del 2017). En total se entrevistaron a 42 profesores de idiomas y 46 estudiantes. Casi la totalidad de los participantes enseñan o aprendieron un idioma como segunda lengua en el instituto Diplomatic Language Services, DLS de Virginia. DLS es una empresa liderada por Jim Bellas que desde 1985 ofrece la enseñanza de 85 idiomas, es un proveedor líder de servicios lingüísticos afincado en Arlington, Virginia, que tiene una cartera de clientes del sector público y privado. Sin embargo, hemos notado que casi el 80% de personas que estudian idiomas en sus aulas son empleados del gobierno de los Estados Unidos.
            La mayoría de los estudiantes entrevistados son diplomáticos que aprenden idiomas por razones laborales. Ellos son asignados para cumplir una misión de entre 2 y 4 años en algún país del mundo donde Estados Unidos mantiene relaciones diplomáticas o tiene acuerdos de apoyo militar. En cuanto a los profesores, ellos son nativos que enseñan el idioma de su país.
            Las clases mayormente son personalizadas en sintonía con las necesidades del interesado. Durante seis a veinte meses, de acuerdo al idioma que aprenden, profesores y estudiantes se involucran mayoritariamente en clases face to faceLos docentes y aprendientes fueron entrevistados y llenaron una ficha informativa, como aparece en el gráfico 2.

                                        Gráfico 2. Ficha informativa de profesores y estudiantes 
            
      A los profesores se les preguntó por su estrategia pedagógica dentro del aula, sus años de experiencia, grado de instrucción, etc. También se les interrogó por los factores extra lingüísticos que consideran y aplican dentro de su trabajo en el aula. Respecto a los estudiantes, ellos llenaron una encuesta para conocer cómo les gusta aprender idiomas, las razones de su aprendizaje y por supuesto, acerca de los elementos afectivos. Se les presentó ocho factores y ellos debían enumerar en orden de importancia del 1 al 8. El número 1 era el más significativo y el 8, el de menor valor.

2.2. Los factores no lingüísticos que afectan al aprendiente

Consideramos que son ocho los factores no lingüísticos que impactan o tienen influencia: inteligencia, motivación, actitud del estudiante, experiencia en el aprendizaje de idiomas, la empatía existente entre los protagonistas de una clase: el profesor y el estudiante; la autoestima del estudiante, el aspecto extrovertido del aprendiente; y la aptitud del alumno para enfrentar el reto de aprender una nueva lengua. La propuesta formulada fue la siguiente: “Basado en el impacto que tienen en los estudiantes, enumere en orden de importancia los factores extralingüísticos que influyen en su proceso de aprendizaje” (Ponga el número 1 para el elemento extralingüístico de mayor valor y el 8 para el menos destacado).
            De los gráficos 3 y 4 podemos deducir a primera vista lo siguiente:
a) Tanto los profesores de idiomas como los estudiantes coinciden en un porcentaje casi similar que el factor motivacional es el más importante dentro del salón de clases.
b) La inteligencia (segundo lugar) es importante para los profesores. Los aprendientes prefieren en orden: la motivación, la aptitud y el factor inteligencia en el tercer lugar.
c) Un dato curioso es que los hombres, tanto profesores como estudiantes reivindican la valía de la motivación. La preferencia fue del 67% para los pedagogos y el 66% para los estudiantes.
d) Las estudiantes mujeres tienen un especial interés por la empatía entre los protagonistas de una clase de idiomas. Un 18% de ellas le otorga el segundo lugar, después de la motivación.

                   Gráfico 3. La mayoría de los profesores prefiere el factor motivacional (67%, hombres)


      Gráfico 4. Los estudiantes también confirmaron la importancia del factor motivacional.  El 66% de las mujeres y el 47% de los hombres.

            Los resultados de esta encuesta ratifican la importancia de los valores afectivos en el campo de la enseñanza de idiomas, especialmente la motivación. Creemos que la parte afectiva estimula al estudiante y confirma que el éxito del aprendizaje de una lengua extranjera tiene mucho que ver con la aptitud, la empatía, confianza y otros factores que permiten coincidir con Shumann (1994:232), citado por Arnold (2000:14), quien afirma que lo afectivo forma parte de lo cognitivo. Un estudiante estimulado será capaz de ofrecer una mejor performance.

2.2.1. Aptitud
            Su definición tiene que ver con la capacidad del ser humano para cumplir satisfactoriamente una tarea, desempeñar una posición con idoneidad bajo ciertas capacidades y destrezas innatas. Según Definición abc[6], aptitud va de la mano con las ganas y buena predisposición para coronar con éxito los objetivos.
En términos psicológicos, la aptitud también es aquella característica a través de la cual los profesionales pueden pronosticar diferencias interindividuales entre diversas personas en una situación de aprendizaje futuro. Gardner y Lambert (1972), citados por Dornyei (1998:117), enfatizan que la aptitud representa una proporción considerable de la variabilidad individual en el logro del aprendizaje de una lengua.
            Rubin (1975:42) supone que la aptitud esta menos sujeta a la manipulación y que junto a la motivación, son variables que deben estar presentes en el buen aprendizaje de un idioma. Rubin afirma que Politzer y Weiss (1969), Yeni-Komshian (1967) y Hatfield (1965) coinciden en que la aptitud lingüística puede mejorarse a través del entrenamiento y que existe una intrincada interrelación entre la aptitud y la motivación.
            Aptitud se deriva del latín aptus o capaz para. En el aprendizaje de una 2a lengua la aptitud tiene una importancia vital en el estudiante, en su habilidad auditiva, sus destrezas lingüísticas. Según Uribe Hernández (2011:4), la aptitud es la facultad componencial que otorga “capacidad cognitiva estable, ubicada, situacional, componencial, para el aprendizaje de una lengua extranjera”. Uribe agrega que la aptitud es ubicada y situacional porque está inmersa en una actividad de aprendizaje en la que enfrentamos una tarea cognitiva. También es componencial porque no es una entidad única. Algunas características de la aptitud, según Uribe Hernández, tienen que ver con su potencial de desempeño, sus rasgos y el hecho que se mantiene perdurable.
            Cuando un discente tiene aptitud desarrolla estrategias de conceptualización y memorización, muestra interés y es consciente de los compromisos asumidos, de sus deseos de cumplir los objetivos trazados. Pastor Cesteros (2003: 260) manifiesta que con aptitud el alumno relaciona las palabras y analiza la lengua:
el estudiante muestra una capacidad para el aprendizaje en medio de una combinación de varias habilidades, como identificar patrones fónicos en una nueva lengua, reconocer las funciones gramaticales de las palabras en la oración e deducir reglas y memorizar.

            La aptitud es una pieza vital dentro del aula. Tener una aptitud lingüística es igual a poseer una habilidad auditiva con respecto a una 2a lengua, es tener dominio de una habilidad oral. Y esta habilidad oral está inmersa en una “habilidad motora” que permite al individuo estar capacitado para controlar ciertos músculos del cuerpo (dentro de órganos como la mandíbula, labios, lengua, cuerdas vocales, etc.).
            Una persona con aptitud tiene una capacidad natural para asimilar las competencias lingüísticas rápidamente, no huye a lo desconocido y siempre muestra un gusto por los conocimientos que va adquiriendo. El individuo evidencia una inteligencia innata, goza de excelente memoria, tiene afinado el oído y siempre hace gala de una actitud positiva y constante. Una persona con aptitud posee destrezas lingüísticas gracias a su capacidad intelectual y el entorno social en que se desarrolla.
            Señal de aptitud es cuando un aprendiente está presto a dar una respuesta, intuye el significado y muchas veces se arriesga a participar. Algunos psicólogos afirman que la aptitud está muy relacionada con la inteligencia y agrupa tanto las capacidades cognitivas como las características emocionales y de personalidad. Según Robinson (2005:46) "la aptitud por la segunda lengua se caracteriza por la fortaleza que los estudiantes individuales tienen en las capacidades cognitivas, en el procesamiento de información durante el aprendizaje y el desempeño de L2 en varios contextos y etapas”.
            Un alumno con aptitud es dueño de habilidades y capacidades con las que puede asimilar y dominar el proceso de adquisición de una lengua. Mayor (1989: 39) sostiene que “aptitud es tener capacidad para la codificación genética, la sensibilidad gramatical, la habilidad para el aprendizaje memorístico (asociativo); así como para inducir las reglas y principios”. Hay quienes confunden aptitud con actitud. Aptitud es la capacidad de estar apto, capaz, competente. Actitud viene de acto, relacionado a cómo actuamos, cómo procedemos de acuerdo a las circunstancias y estado de ánimo. Un estudiante cuando no aprende puede tener una actitud pesimista. No basta con tener una actitud positiva si no tienes aptitud para el aprendizaje, para ampliar los conocimientos.
            Carroll y Sapon (1965: 96) usan parámetros lingüísticos para predecir el éxito de un proceso de aprendizaje. Afirman que el estudiante debe estar dotado de cuatro habilidades:
a) saber codificar la fonética, es decir, relacionar los sonidos con los símbolos y recordarlos cuando el proceso requiera su uso.
b) tener sensibilidad gramatical, es decir, reconocer las funciones gramaticales de las palabras.
c) tener capacidad de memorización, poseer habilidad para aprender por repetición, recordar los significados con las palabras nuevas.
d) tener capacidad de aprendizaje de una lengua inductivamente, de poder inferir formas lingüísticas, reglas, identificar patrones de correspondencia y relaciones de forma y significado.
            Skehan (1998:69-93) comparte este modelo, pero la reduce a la unión de la sensibilidad gramatical y la habilidad para el aprendizaje inductivo. Para Skehan, esas tres aptitudes actúan de un modo diferente en el aprendizaje de lenguas especialmente en los adultos. Adicionalmente postula su teoría de vincular la aptitud en cuatro fases de la adquisición de una lengua: captación (codificación fonética y memoria de trabajo), esquematización (habilidad para el análisis lingüístico), control (procesos de recuperación de la memoria) y lexicalización (habilidades memorísticas). Pimsleur (1966), citado por Rubin (1975:42), evidencia una dimensión motivacional a su propuesta, identificando tres componentes que ayudarán a conocer la aptitud del individuo:
- la inteligencia verbal-familiaridad con las palabras y la capacidad de razonar analíticamente sobre los materiales verbales.

- la motivación para aprender el idioma

- la capacidad auditiva

Dulay, Burt y Krashen (1985: 201) creen que la aptitud es en realidad un conjunto de habilidades. Varía de forma considerable en cada individuo y se erige como uno de los principales factores de variabilidad en la adquisición de una lengua. Estas son las habilidades:
- la capacidad de identificar, reproducir y memorizar nuevos sonidos.
- la capacidad de reconocer las funciones de las palabras en una oración
- la capacidad de deducir reglas y de reconocer los contextos donde éstas se pueden aplicar
- la capacidad de memorizar contenidos, asociando sonidos a significantes, etc.
            En los momentos iniciales de la enseñanza es importante el desarrollo de las referidas capacidades. La participación de profesor será de gran ayuda para facilitar los mecanismos que acompañen la tarea de aprendizaje de una LE. Por ejemplo, discernir la preposición que se asocia a un verbo, entender las similitudes y diferencias entre las reglas, apoyarse en la memoria visual para asociar y recordar nuevas palabras, graficar campos semánticos para agrupar entradas léxicas, etc.
            Previo al siguiente factor mencionaremos que algunos autores sostienen que la aptitud y la inteligencia, a pesar que están relacionados, son dos elementos dispares. Consideran que la aptitud es la habilidad peculiar para aprender una segunda lengua; mientras que la inteligencia es la habilidad absoluta para aprender.
            En la encuesta realizada a 42 profesores de idiomas como segunda lengua y 46 estudiantes sobre el factor aptitud, se obtuvieron diferentes aspectos que han de tenerse en cuenta. Con respecto a los profesores, analizamos que: 
a)     Ninguno de los profesores, hombres y mujeres, considera el elemento aptitud en el casillero uno. De las 29 mujeres profesoras siete de ellas ubican el factor aptitud en el segundo lugar. En cuanto a los hombres, uno que enseña el idioma coreano le dio el segundo lugar. Otros cuatro la ubican en el cuarto lugar de importancia.
b)     Si consideramos el nivel de educación entre los encuestados, 25 de ellos con grado de bachiller le otorgan cinco votos al segundo lugar, otros cinco a la tercera posición. Solo dos de 9 profesores con título académico de Master le sitúa en segundo lugar y otros dos en la tercera posición. Dos doctores que participaron de la encuesta: uno de ellos ubicó al factor aptitud en el cuarto casillero. Por último, seis profesores que no dieron a conocer su grado de educación, ubicaron la aptitud en segundo lugar.
c)     En cuanto a la experiencia de los educadores, 19 de ellos con menos de 10 años le dan una relativa importancia. Tres la ubican en la segunda posición. Un total de 23 profesores con más de 10 años de experiencia consideran mucho más importante el factor aptitud. Cuatro de ellos le dan el segundo lugar, cinco la posición 3.
d)     Considerando el idioma que enseñan los dividimos en tres grupos: los que enseñan los idiomas asiáticos (chino, thai, dari, japonés, árabe, farsi, urdu, etc.), los que enseñan español y los que instruyen a los estudiantes lenguas europeas. De estos tres grupos, los profesores asiáticos sostienen que la aptitud es uno de los cuatro factores extralingüísticos más importantes. De un total de 26, cuatro de ellos ponen la aptitud en el segundo lugar, tres en la tercera posición y seis en el cuarto casillero, como se ve en el gráfico 5:
Gráfico 5. Considerando el 100 % de los profesores encuestados, las mujeres dieron un 9% al factor aptitud, y los hombres un 5%. Globalizando, la aptitud y la empatía (14%) empatan el tercer lugar
En la encuesta realizada a los 46 estudiantes (17 mujeres y 29 hombres), ellos valoraron más que los profesores el factor aptitud. En el análisis del escrutinio deducimos que:
a)     Dos mujeres con menos de 40 años que estudiaron el español y el francés dieron a la aptitud el primer lugar. Otros dos votos fueron para la segunda y tercera posición. De los 29 hombres participantes cuatro de ellos destacaron la aptitud al ubicarlo en el primer lugar. Otros cuatro en el segundo lugar y siete en la tercera posición.
b)     De acuerdo a su nivel de educación, 32 estudiantes con el grado de Master le dieron al factor aptitud la segunda posición en importancia detrás de la motivación. Cinco de ellos ubicaron la aptitud en el primer lugar, dos en la casilla segunda, siete en el tercer lugar. Los 11 bachilleres también reconocieron la valía de la aptitud. Uno de ellos la ubicó en el primer puesto y 3 en la segunda casilla.
c)     Considerando el factor edad, los menores de 40 años, 25 en total, ubicaron la variable aptitud como el segundo factor extralingüístico detrás de la motivación. Cinco de ellos, estudiantes de español, francés (2), thai y japonés le dieron el primer lugar. Otros cuatro discentes la eligieron en la posición 2 y siete en la tercera casilla. Los 21 aprendientes mayores de cuarenta años prefirieron otras opciones. Solo uno le dio el lugar de privilegio a la aptitud y dos en la segunda ubicación.
d)     Por el idioma que aprendieron, los estudiantes de francés se decantan mayormente por la aptitud. Dos de ellos la eligieron en la posición 1; 3 en la posición 2 y cuatro en la tercera ubicación. Ningún alumno de ruso y con grado de master votó a favor de la aptitud en los dos primeros puestos. De los 21 estudiantes de español, el 78% con título de master decidió por otras alternativas y solo una mujer menor de 40 años le dio el primer lugar.
En el siguiente esquema del gráfico 6 se visualizan las respuestas teniendo en cuenta las   variables contempladas:
           Gráfico 6. Considerando el sexo del estudiante, los hombres (14%) y las mujeres (12%) optaron
               por la aptitud como un factor extralingüístico de importancia

2.2.2. Inteligencia
            Todos los seres humanos son inteligentes en la medida que tengamos la capacidad de estimularla y desarrollarla. Inteligencia viene del latín intellegere, que es la posibilidad que tienen los seres humanos para pensar, entender, elaborar información y asimilarla. Ser inteligente es reconocer que nuestro cerebro trabaja con eficiencia. En el tema del aprendizaje de idiomas una persona inteligente es igual a decir que nuestro cerebro procesa y almacena con eficiencia todo el bagaje de información lingüística que va asimilando.
            La RAE[7] define la inteligencia como la capacidad de entender o comprender. Así un estudiante de idiomas entenderá la comunicación lingüística si estimula y desarrolla su inteligencia, si hace uso de sus habilidades y destrezas para asimilar ideas y palabras en un discurso comunicativo. Además, debe ser sensible a los sonidos, los significados y las funciones de las palabras, ser capaz de usar sus capacidades cognitivas.
            Referente a la adquisición de la lengua nativa, muchos investigadores no consideran la inteligencia como un elemento de valía, pues incluso los individuos que adolecen de trastornos mentales llegan a dominar su primer idioma. Todo lo contrario ocurre con el aprendizaje de una 2a lengua. Fernández Corugedo (1999:29) afirma que aprender un segundo idioma no funciona de la misma manera que la adquisición del primer idioma. Y Lightbown y Spada (1999), citado por Chowdhury (2010:15), coinciden sobre el tema y adicionan que muchos factores afectan el proceso. Por ejemplo, cuando no hay una exposición similar como el primer idioma, tampoco existe la misma motivación. Por eso, Fernández Corugedo (1999:29) afirma que muchas veces los discentes de una 2a lengua no logran una competencia similar a un nativo. Asimismo McLaughlin (1987:171) cree en la importancia del factor inteligencia para dominar una segunda lengua y sugiere que se debe tomar en cuenta: la forma como se enseña el idioma, y el uso de materiales que ayuden al razonamiento analítico. Esta apreciación de McLaughlin es compartida por Sternberg y Grigorenko[8] (2004:275) cuando afirman que “los estudiantes que piensan en aprender, también aprenden a pensar”.
            Estudios recientes sobre los logros en competencias lingüísticas de los seres inteligentes señalan que ellos son dueños de innatas habilidades. Otras investigaciones apuntan al interés de estudiosos por incentivar la inteligencia de las personas, así como confirmar que la actitud de muchos seres humanos que intentan dominar una L2 les ayuda a mejorar su salud mental (está comprobado que estudiar idiomas retrasa la aparición del mal de Alzheimer).
            Dominar una 2a lengua es afirmar que en ese proceso han participado muchas partes del cerebro (corteza izquierda temporal media, la corteza inferior frontal y varias regiones frontales y subcorticales). En esta fase hay una estimulación de la actividad cerebral y con ello mejoran las funciones cognitivas, la capacidad de lenguaje, la memoria y la percepción.
            Gardner (1993:85) sostiene que los seres humanos tienen ocho inteligencias múltiples, las mismas que, por razones varias, se presentan con diferentes niveles de desarrollo al nacer (una razón podría ser la carga genética). Dentro de esa clasificación está la denominada inteligencia lingüística con la que tenemos la capacidad de usar el lenguaje para expresarnos o para aprender idiomas. Gardner (1993: 62) agrega, además, que “las inteligencias no son innatas e inamovibles y se pueden mejorar si una persona está motivada para mejorarlas” y tiene la convicción de que no existe una inteligencia total y que por el contrario existen inteligencias múltiples, independientes cada una de ellas pero que interactúan entre sí, al decir expresamente
empecé definiendo una inteligencia como la capacidad de resolver problemas o de crear productos que son valorados en uno o más contextos culturales. Llamé la atención sobre algunos hechos fundamentales de la mayoría de las teorías de la inteligencia y ahora defino una inteligencia como un potencial bio-psicológico para procesar información que se puede activar en un marco cultural para resolver problemas o crear productos que tienen valor para una cultura.

            Para procesar la información de manera sostenida, los científicos recomiendan potenciar la inteligencia desde la niñez, reconociendo que cada quien posee talentos y potencialidades, y que en el aula somos seres diferentes que mostramos talentos, pero también puntos débiles y fuertes. Y son los profesores quienes deben reconocer que, aunque los seres humanos están dotados de una inteligencia, ésta se manifiesta de manera distinta y es poco probable la existencia de dos personas que aprendan con la misma intensidad y rapidez.  Por su parte, Rod Ellis (1985:110) y Kim Griffin (2005: 146) coinciden en que la inteligencia influye en la velocidad del aprendizaje, pero no en su ruta natural. En otras palabras, puede hacer más rápido el proceso, pero no cambia su orden en lo que se refiere a la enseñanza de un idioma en un contexto académico.
            En cuanto a los adultos y de acuerdo a las inteligencias múltiples de Gardner, debemos trabajar con ellos una serie de actividades donde se involucren el juego de palabras, la utilización de la música y las lecturas en voz alta. También se puede desarrollar un trabajo actoral con casos de la vida real. Asimismo, Gardner puntualiza que el objetivo principal del aprendizaje de idiomas tiene que ver con la negociación de significados. Habrá una comunicación efectiva en la medida que los estudiantes fomenten su inteligencia interpersonal, que es sinónimo de favorecer la empatía y la autoestima. Y respecto a la inteligencia lingüística, Gardner (2001:52) dice que es una “sensibilidad especial hacia el lenguaje hablado y escrito, la capacidad de aprender idiomas y de emplear el lenguaje para lograr determinados objetivos”.
            Arnold y Fonseca (2004:123) comparten con Gardner la idea de que “las personas con talento y habilidades verbales especiales poseen más de un código para comprender y adquirir conocimientos con el fin de utilizarlo en situaciones nuevas”. Más aún, Gardner (1991:11) considera que los estudiantes tienen una inteligencia que la pueden desarrollar y potenciar, y que es menester crear un contexto adecuado. “Hay mucho trabajo por hacer en el tema de cómo se debe motivar más fácilmente las inteligencias para lograr objetivos pedagógicos específicos”. Para Gardner, las inteligencias son maleables y susceptibles de mejorar. Por su parte, Gerver (2012) [9], al hablar de la inteligencia, sostiene que a lo largo de la vida y muy en especial en la adultez debemos reconocer y valorar los diversos elementos de nuestra personalidad y no solo la destreza académica, por lo que cree que
debemos buscar la identificación de nuestras fortalezas y debilidades para asegurar el desarrollo de nuestras competencias. Luego la inteligencia hará su parte para darnos confianza en sí mismo, empatía, curiosidad y capacidad de comunicarnos.
           
            La inteligencia y la aptitud lingüística desarrollan en el ser humano un especial talento para el aprendizaje de una lengua extranjera, con una capacidad de memoria verbal que al ser incentivadas por el instructor (actividades como trabajo en equipo, melodías del habla y música, la lógica, la reflexión personal y el movimiento corporal, entre otros) permiten una mejora de su competencia comunicativa y le abre el camino hacia la comprensión de otros modos de vida.
            En la encuesta realizada a los 42 profesores de idiomas como 2a lengua y 46 estudiantes adultos americanos hubo resultados disímiles. Para los profesores, la inteligencia es el factor extra lingüístico más importante detrás de la motivación. En el caso de los estudiantes ellos tuvieron una apreciación más variada. Ubicaron la inteligencia detrás de la motivación, pero compartiendo con otros factores como la actitud, la empatía y la aptitud.
            Muchos de los profesores entrevistados argumentaron que, si bien es cierto que la motivación es un elemento indispensable en la clase de idiomas, muy poco se puede hacer cuando el estudiante es “poco inteligente” y que las posibilidades de lograr éxitos en el proceso de aprendizaje se reducen. También dijeron que un alumno inteligente hace más fácil el trabajo de ellos. Un comentario adicional es que los aprendientes inteligentes pueden aprender las lenguas romances o cualquier idioma del continente asiático, considerados un tanto más complicados dominarlos. Así pues, podemos analizar las respuestas de los profesores de la siguiente manera:
a)     De acuerdo a los idiomas que enseñan, los profesores de lenguas asiáticas ubicaron en el segundo lugar la inteligencia, muy cerca de la motivación. De los 26 profesores de idiomas como chino, dari, thai, árabe, etc. 9 de ellos dieron el primer lugar al factor inteligencia, 4  la ubicaron ‘en el segundo lugar y otros cuatro en el casillero tres. De los 7 profesores que enseñan español ninguno de ellos eligió la inteligencia en primer lugar, al igual que sus colegas de lenguas europeas.
b)     En cuanto al sexo del profesor, los hombres y las mujeres tienen una similar opinión y dieron el segundo lugar al factor inteligencia detrás de la motivación. Cuatro hombres y cinco mujeres, de un total de 42 pedagogos la ubicaron en el lugar de privilegio. Por el nivel de educación, los 25 bachilleres (17 mujeres y 8 hombres) dieron el segundo puesto al factor inteligencia. Los 9 profesores con el grado de magíster también optaron por la inteligencia. Dos doctores en educación decidieron por la tercera casilla.
c)     Considerando los años de experiencia, los 42 profesores coincidieron en otorgarle la segunda posición a nivel general. De los 19 profesores que tienen menos de 10 años trabajando en las aulas 4 votaron en el primer lugar. Otros 23 profesores con más de 10 años trabajando con idiomas como 2a lengua, cinco la pusieron en el lugar de honor. Otros 5 en la posición dos, cinco más en el casillero 3 y tres en el cuarto puesto.
En el cuadro 1 y en el gráfico 18 se recoge la información obtenida de las encuestas:

Profesores
Inteligencia (años experiencia)
0-10
12.9%
 11-20
13.8%
 21-30
14.5%
31-50
15.2%
n/a
12.0%
             Cuadro  1. Los profesores que tiene más de 30 años de experiencia
        le dan real importancia al factor inteligencia. El 15.2 % así lo considera

          Gráfico 7. A nivel global los profesores ubicaron el factor inteligencia en el segundo lugar. (13.5% las mujeres y 14.9% los hombres

Los 46 estudiantes que participaron de la encuesta ubicaron el factor inteligencia en un término medio, a la par con la empatía, actitud y la aptitud. En ese sentido, ellos difieren de la opinión de los profesores.
a)     De acuerdo al sexo del estudiante, tanto las 17 mujeres como los 29 hombres le dieron una importancia moderada. Cinco votos en el primer lugar, tres en el segundo lugar, cuatro en la tercera posición y cuatro en el casillero 4.
b)     En cuanto al nivel de educación de los estudiantes, 5 de ellos con título de magíster y de doctor le dieron el primer lugar. Por coincidencia cuatro de esos votantes fueron estudiantes de español y uno del idioma chino.
c)     De acuerdo con su edad: los de menos de 40 años dieron 3 votos a la inteligencia como el valor afectivo más importante y dos aprendientes mayores de 40 años hicieron lo mismo.
d)     Si consideramos el idioma que aprendieron, los que más reconocen la valía del elemento inteligencia fueron los 21estudiantes de español. Cuatro le dieron el primer lugar y otros 6 lo ubicaron en posiciones expectantes.



[7] lema.rae.es/drae/srv/serch?key=inteligencia   (Visto 27/07/2014)
[8] Sternberg, R.J. y Grigorenko (2004) afirman que para estimular la inteligencia "los estudiantes podrían aprender más eficazmente si se les enseña de una manera que adapten lo mejor de sus habilidades".
[9] Richard Gerver es autor del libro Crear hoy la escuela del mañana (2012) Su comentario lo hizo el 13 de agosto del 2012 durante una conferencia realizada en España, promovida por Educared, de la Fundación Telefónica. El británico Gerver es actualmente uno de los líderes educativos más inspiradores y respetados. El tema que expuso fue: “¿Cómo incorporar el concepto de inteligencias múltiples en la educación integral?”


Castro Gavelán, Luis A. (2019): “Factores que influyen en la adquisición de una L2 en adultos”. Blog DIDACTICA ELE pp. 1-81

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